EN MARCHA
Esta nueva generación V7 también se beneficia de las nuevas tecnologías. Incorpora control de tracción denominado MGCT, regulable en dos niveles de intervención.
EN CIUDAD
Te subes a cualquiera de ellas y se aprecian compactas, más ligeras y pequeñas de lo que son. Se llega bien al suelo en cualquiera de ellas y la posición de conducción es cómoda y agradable. Arrancas y pega el cabezazo típico de estos motores y de los bóxer de BMW que se repite si das un golpe de gas en vacío. Los mandos están en buena posición. Embrague, suave y con buen tacto, primera con un "clonc" seco y hasta agradable que también recuerda a las Guzzi de siempre, sueltas embrague y las moto avanza con una primera algo larga, con total suavi- dad y buena sensación de control a baja velocidad. Giran lo suficiente y se maniobra con facilidad en cualquier circunstancia.
EN CARRETERA
Son fáciles de llevar, incluso a ritmos alegres. Hay que acostumbrarse al cigüeñal longitudinal y el cardan. No te van a mover la moto siempre que haya una marcha engranada, pero sí lo hacen si das un golpe de gas entre marcha y marcha con el embrague cogido. Es una costumbre que en este caso no aporta nada, por lo que mejor prescinde de ello. Dispone de buenos frenos, con mucha capacidad de retención y suspensiones bien taradas, cómodas, pero no blandas. Es precisa de dirección y fácil de meter en curvas. Sus 52 CV tampoco te van a meter en problemas si abres gas con decisión, pero además, por si las moscas, llevas control de tracción.