ASÍ LA VEMOS
Esta presentación se hizo en los alrededores de la fábrica de Mandello Del Lario (Italia), cerca del lago de Como. Disfrutas de unas carreteras preciosas y un ambiente alpino del norte del país, perfecto para rodar con motos así. Fui cambiando en diferentes tramos de la ruta entre las tres nuevas V7 de este año: Milano, Carbon y Rough. Y lo cierto es que en marcha notas pocas diferencias. Quizá la más notable son las ruedas mixtas, con algo de taco de la Rough, que a pesar de demostrar buen agarre ofrecen menos tacto que las ruedas de asfalto de sus hermanas. Con todas ellas puedes divertirte bien sobre rutas con tantas curvas y buen asfalto. Para cambiar entre sus dos posiciones de control de tracción tendrás que entrar en el menú que manejas con una sola tecla de las piñas y pasar por todas las funciones de la pequeña pantalla digital de la parte baja del cuentakilómetros. Es un poco incómodo y, desde luego, recomendable experimentar con ello solo en parado.
El motor ha mejorado en respuesta con respecto a la V-Twin. Vibra menos y empuja con contundencia desde muy abajo. Invita a llevarlo como toda la vida se ha hecho con los propulsores de este estilo: a base de par, pocas vueltas y afi- nando en las trazadas para no tener que insertar otra marcha.
CON PASAJERO
El pasajero tiene buen espacio, aunque depende del asiento que lleves.
Hay siete modelos en el catálogo de accesorios para ella, pero las versiones con asa trasera y asiento largo son perfectas para disfrutar a dúo.
Todas las versiones Moto Guzzi V7 III son limitables para los usuarios del carné A2