ASÍ LA VEMOS
El motor es completamente nuevo. Se denomina LS 410, de Long Stroke 410 cc. Por si la lengua de Shakespeare aplicada a la mecánica no te resulta fácil, quiere decir que es de carrera larga, es decir, más cota de carrera que de diámetro. Es una solución clásica en los motores Royal Enfield, y en este nuevo LS 410 se ha mantenido para darle cierta continuidad de estilo con su historia. Pero no tiene nada más que ver. Este monocilíndrico incorpora un árbol de levas en la culata, con distribución por cadena, dos válvulas y un nuevo eje de equilibrado (algo impensable en modelos históricos de la marca), lo que le da un funcionamiento que nada tienen que ver con los anteriores motores construidos por la marca. Equipa inyección Keihin, cinco marchas y entrega 24,5 CV a 6.500 rpm. Pero créeme, en esta moto la cifra importante es la siguiente: un par máximo de 32 Nm a 4.500 rpm, con casi la misma cifra desde 4.000 rpm.
En conducción off road es quizás donde más sorprende. Reconozco que hace años que no pruebo una trail que de tanta confianza en el campo. No es muy alta, no pesa demasiado y las suspensiones y frenos trabajan correctamente en el campo. Asimismo, los neumáticos Pirelli están a la altura requerida. Sin embargo, el ABS solo se puede desconectar quitando el fusible. No es un sistema demasiado sofisticado ... Y con él conectado, ojo a las bajadas, porque quizá no puedas frenar todo lo que quisieras. Entonces tendrás que hacer esos descensos "sujetando" con el motor. Se lleva bien sentado, pero también de pie sobre las estriberas, aunque tocas con el interior de la pantorrilla en la moto limitando un poco el movimiento. Por posición de mandos y manillar, todo correcto.
CON PASAJERO
El acompañante se sienta muy elevado y la rejilla trasera hace que sea necesario levantar mucho la pierna para subirse a ella. Una vez encima, ofrece una posición natural. El pasajero también se beneficia de la reducción de vibraciones frente a otras Royal Enfield precedentes.
En conducción off road es donde más sorprende