EN MARCHA
Aún con un elevado componente urbano para una moto de su estilo, donde realmente se encuentra en su salsa es en carreteras reviradas.
EN CIUDAD
Embrague, gas y cambio tienen un tacto impecable. Metes primera y sales. La moto gira bastante y dispone de un mayor componente urbano que incluso trail en su diseño y se le aprecia en los primeros metros por ciudad, resultando cómoda y agradable de llevar. Aquí aparecen las primeras grandes diferencias que denotan que ese V-Twin que llevas debajo ha cambiado lo suficiente: ni intentando provocarlo pega aquellos tirones algo toscos que en aquellas Monster 1100 o 900. Es una moto muy suave y dulce, hasta fácil en modo "City" o "Journey".
EN CARRETERA
Para la Scrambler Ducati 1100 lo mejor es buscarte una ciudad de la que puedes salir y entrar directamente por una carretera de curvas. Aquí se nota ágil y divertida. La electrónica y un buen agarre, así como unas suspensiones taradas algo duras - deportivas- hacen que se pueda llevar deprisa en cualquier tipo de trazado por sinuoso que sea. Monta ruedas de tacos, más concretamente Pirelli MT 60 RS, pero con carcasas y compuestos de moto de carretera deportiva, con un agarre en asfalto asombroso observando esos tacos. Ducati quiere respetar ese estilo Scrambler original de moto mixta para campo y carretera, aunque, sinceramente, no es una trail ni quiere serlo. Ni las suspensiones, ni unos frenos con tacto seco de súper- deportiva, ni otros detalles son de una trail.
EN AUTOVÍA
No es el ambiente más propicio para una moto así. Corre mucho y bien, pero la protección aerodinámica es nula. No como en una naked sport, ya que éstas suelen llevar los relojes, un deflector o una pequeña pantalla. En la Scrambler Ducati 1100 Special solo el latiguillo de freno (que por cierto hace una fea curva por encima del cuadro, no sé la razón) queda por delante de ti. Además, esa posición con los brazos abiertos y algo inclinado hacia delante tampoco ayuda. Mejor, tomártelo con calma.