ASÍ LA VEMOS
La MV Agusta Brutale 800 RR es una moto deslumbrante para disfrutarla en el mundo real, y va tan bien como buen aspecto tiene. Ha aumentado su calidad y sus prestaciones son excelentes, estableciendo un nuevo estándar entre los productos de la marca italiana a partir de ahora. El motor sale desde parado con fluidez desde solo 2.500 rpm. Te permite circular en cuarta en zonas de curvas abriendo y cerrando el gas, jugando con la flexibilidad de su propulsor y la acción del freno motor o sus frenos. Mención especial merece su cambio semiautomático. El "quickshifter" EAS es lo mejor que he probado, incluyendo motos de calle o MotoGP. Tienes que emplearlo por encima de los 20 km/h y cuando reduces sin tocar la palanca izquierda es casi imperceptible, tan solo por el acelerón en vacío que escuchas.
Sigue siendo una moto muy ágil y rápida de dirección aunque sus cotas de geometría se han suavizado y con un manillar relativamente elevado y retrasado. Es un poco menos nerviosa que lo que resultaba a veces su predecesora, sobre todo ahora con un amortiguador de dirección de ocho posiciones CRC exclusivo respecto a la versión estándar. Y todo ello sin olvidar que mantiene el sistema de cigüeñal contrarrotante que minimiza su efecto gisroscópico.
A la salida de las curvas se te levantará unos centímetros la rueda delantera, porque a partir de 8.000 rpm el motor sube de vueltas realmente rápido hasta un primer corte situado en las 12.000 rpm, alcanzándose el más brusco 300 rpm más arriba. Con la nueva configuración de la ECU, acceder a sus 140 CV es más fácil sin perder entusiasmo.
CON PASAJERO
Debes rebuscar mucho para encontrar algún aspecto negativo a la nueva MV Agusta Brutale RR
800, pero hay uno que es harto evidente. El pasajero no es en absoluto bienvenido, con un espacio mínimo y una posición más "racing" que el propio piloto. Si solo levanta rueda con relativa faciildad, con dos a bordo...