LA ULTIMA CANCION DEL PIRATA
Casi 15 años después de salir de puerto por primera vez, Johnny Depp encarna de nuevo a un Jack Sparrow que surca los mares con un único destino: recuperar su barco, La Perla Negra. Además de resucitar la saga que catapultó su carrera, se enfrenta a Javie
“LA CLAVE ESTÁ EN
UNIR LAS GIGANTESCAS ESCENAS CON LA ESENCIA DE JACK, UN PERSONAJE INSPIRADO EN CHAPLIN O BUSTER KEATON”.
Joachim Rønning, director
Comparando presupuestos, con todo, todo, pero todo lo que nos gastamos para hacer Kon-Tiki (2012) no pagamos ni las pastas del desayuno del rodaje de Piratas del Caribe: La venganza de Salazar. Es enorme, gigantesca, una aventura en
sí misma. Quien nos atiende, entre gráficas comparaciones y sonoras carcajadas, es Joachim Rønning (Sandefjord, Noruega, 1972), el 50 por ciento del tándem de directores (la otra mitad la completa su colega y paisano Espen Sandberg), al timón de uno de los grandes transatlánticos cinéfilos del verano: la quinta entrega de las aventuras del capitán Jack Sparrow.
Una cinta con nuevos y jóvenes fichajes (el australiano Brenton Thwaites y la británica Kaya Scodelario), regresos de veteranos de la saga (Geoffrey Rush y, sobre todo, Orlando Bloom y Keira Knightley) y un malo de postín: un fantasmagórico Javier Bardem que suma una muesca más a su currículum villano en Hollywood. La regla básica del cine es siempre la misma independientemente de lo grande que sea la película.
Con un plano general, uno medio y un primer plano cubres cualquier escena, puntualiza Rønning: A partir de ahí, lo complicas y añades espectáculo. Porque dar espectáculo es lo importante, y a mí eso se me da muy
bien. Y pocos espectáculos hay tan desatados como esta saga, ya sea en la pantalla o detrás de la cámara.
LEVANDO ANCLAS
Con más de 3.700 millones de dólares recaudados gracias a cuatro entregas,
Piratas del Caribe es una de las franquicias más lucrativas del último Hollywood. Una fuente de dinero y cantera de estrellas que perdió fuelle en su cuarta cinta (En mareas
misteriosas, con Penélope Cruz, en 2011). También es un imán para todo tipo de problemas. Este quinto film de la saga ha tenido que hacer frente a ciclones que destruyeron los decorados, monos salvajes descontrolados por el set, un sinfín de sesiones de rodaje extra o una lesión de muñeca de Johnny Depp, que obligó a detener la producción un par de semanas... pero la mala mar empezó incluso antes de que el barco saliera de puerto. Siempre es así, o eso es lo que me han contado, bromea
Rønning: No hay superproducción que no tenga problemas. Son proyectos que duran dos, tres años. En este caso, siete, desde que se anunció en 2010 hasta ahora, con la película casi terminada y a punto para estrenar, dice el director. Tras una serie de desencuentros del productor Jerry Bruckheimer con Terry Rossio y el equipo de guionistas habituales, se fichó a Jeff Nathason (Atrápame si
puedes) para recuperar el espíritu original de la saga. Ahí fue cuando los astros se alinearon y entramos nosotros, recuerda Rønning: El guion empezó a moverse justo cuando nos nominaron