NO LLORES POR MÍ, ANGELINA
Angelina Jolie ha revelado al mundo el lugar de la casa donde acostumbra a llorar, y Brad Pitt, sintiéndose aludido, le ha dicho que no hay para tanto, que él no es ninguna plaga. por Kirk Royale.
Amí lo que más me gusta de Angelina Jolie es esa cosa que tiene como de antigua reina de Egipto o estrella de Hollywood de los años 30. Angelina, como las grandes, casi nunca abre la boca salvo para sonreír y se pasea por el mundo como si fuera transportada por una mano invisible. Es una pena que Terenci Moix no esté vivo porque sólo él podría glosarla como Dios manda. Angelina no camina, flota, y su reino definitivamente no es de este mundo. Un año ha tardado la actriz en contar su versión del Divorcio del Siglo, y como ella es una mezcla entre Nefertiti y Greta Garbo, lo que ha dicho nos ha dejado muy pensativos.
LÁGRIMAS EN LA DUCHA
Ha dicho Angelina, ante todo madre de seis niños, que lo más importante es que los polluelos no paguen el pato. Mejor llorar en la ducha que delante de ellos, ha sido su frase lapidaria. Ella se expresa con caligramas (que, en buena parte, lleva tatuados por el cuerpo), pero Brad Pitt, que se la conoce al dedillo, ha captado el mensaje, y parece que está harto de parecer el malo de la película. No le ha gustado que su ex diga que los niños están sanando de cosas de la vida, como si él fuese una plaga bíblica. Igual Angelina hubiera hecho mejor en mantener su silencio sepulcral, ya que la entrevista con Vanity Fair en la que, por fin, se ha soltado, le ha salido rana. De ella también se ha destacado que, para el casting de su última película como directora, Se lo llevaron: Recuerdos de una niña de Camboya, se sometió a los niños aspirantes a una cruel prueba, ofreciéndoles dinero real, que luego les quitaban para ver cómo reaccionaban. La tormenta de tuits en su contra sí que se asemejó a una plaga bíbilica, y ella, claro, ha dicho que todo era un malentendido.
Angelina no es la única que ha tenido que desdecirse. Elisabeth Moss (Mad Men), que ha sido ocho veces nominada al Emmy, ha tenido que salir al paso de unas declaraciones propias en las que relatilizaba la carga feminista de la serie The Handmaid’s Tale. Otro malentendido. Ella ha sido más contundente, dejándolo todo clarinete: Soy una defensora acérrima de los derechos de las mujeres. Me importa una mierda la gente que no lo es. No necesito que vean la serie. En la misma entrevista, también ha ironizado sobre el interés de la prensa por su vida privada: A ver, mi gato tiene asma. Es algo con lo estoy lidiando ahora mismo: necesita tomar un medicamento dos veces al día y tiene un pequeño inhalador. ¿Quieres hablar de eso? Pues la verdad es que nos interesa más su pobre gato que su ex, el cómico Fred Armisen. Pero así son las estrellas: si salen poco favorecidas, la culpa es de la prensa. Pero si dices que son geniales, ¡resulta que eres un periodista de primera!
FAMOSOS BAJO VIGILANCIA
Y es que las estrellas también leen los tabloides, algunas incluso se los toman al pie de la letra, como Jennifer Lopez. Para comprobar si los aireados rumores de infidelidad de su pareja, el ex astro del béisbol Alex Rodriguez, con la modelo Lauren Hunter eran ciertos, le puso un detective. Y este, claro, no se lo ha tomado bien, como si Jen no confiara lo suficiente en él. J.Lo será desconfiada, pero la divina pareja sigue haciendo gala de felicidad en su cuenta de Instagram. Pero, ay, que de la misma manera que
los famosos leen demasiada prensa, también se les va la mano con las redes sociales: a Hilary Duff, la retransmisión en vivo de su propia vida le ha salido
cara. Dijo que se iba a Canadá a ver a la familia, y una banda al más puro estilo The Bling Ring (aquella banda de adolescentes retratada en la maravillosa película de Sofia Coppola) aprovechó para introducirse en su casa, y sustraer la friolera de 20.000 dólares en joyas. Y no ha sido la única. A Kendall Jenner y Alanis Morissette también les ha pasado.
NI TAN BLANCO, NI TAN NEGRO
Si empezamos con el divorcio del siglo, podríamos acabar con el juicio del siglo, que da sus últimos coletazos. Como
recordarán, O.J. Simpson fue absuelto de un doble asesinato, para luego acabar en la cárcel por atracar a un tipo que tenía algunos de sus trofeos deportivos. Pues bien, podría salir libre el 1 de octubre. Será el momento de dejar atrás el pasado, como ya lo hizo Jada Pinkett Smith, esposa del bueno de Will, y ex traficante de drogas. Tal cual. La madre de Willow y Jaden, acaba de confesar que conoció al rapero Tupac Shakur, que ya tiene biopic (All Eyez on Me, de próximo estreno), en un momento en el que ella estaba tratando de salir del mundo de las drogas (que vendía al por menor), mientras él se estaba metiendo de lleno en ello. Al pobre Tupac le mataron a tiros, mientras que hoy Jada puede lucir a los hijos más fashion del universo. Es lo que se llama correr distintas suertes.
Y distinta, como mínimo, también es la Beyoncé que se exhibe en el Museo de Madame Tussaud de Londres. Hay escándalo, porque está más blanca que Michael Jackson. En el museo tienen su explicación científica: los flashes combinados con la iluminación de la atracción transforman en las fotos el color original de la figura de cera.
Indiscutiblemente blanca es la piel de Richard Gere que, al ser captado en pleno chapuzón, se ha convertido en el (flácido) sireno de verano, para recocijo, o no, de su joven novia, la mallorquina Alejandra Silva. Pues sí que estamos mal. Ya lo avisa Angelina: hay que llorar más en la ducha. Está visto que es un buen consejo.