Xavier Gens, por La piel fría.
LA PIEL FRÍA La esperada adaptación de la novela de Albert Sánchez Piñol ha terminado teniendo una textura clásica en la película de Xavier Gens. Hablamos con él sobre este relato, muy alegórico, de terror y fantástico, con Aura Garrido como fascinante criatura. por Fausto Fernández.
LA HISTORIA:
Un oceanógrafo (David Oakes) llega a una remota isla para estudiar las mareas. Allí conocerá al ermitaño Grunner (Ray Stevenson) y a unas extrañas criaturas marinas que emergen cada noche.
La película es una historia de terror muy clásica. Además del evidente referente a la obra de H.P. Lovecraft ¿tuvo en mente a otros autores?
Sí, e igual de clásicos. Lovecraft y el H.G. Wells de La Isla del Dr. Moreau ya aparecen entre líneas en la novela original de Albert Sánchez Piñol, pero, siendo yo francés y por la ambientación ( esa isla, el faro) y la época, he querido rendir un pequeño homenaje a Jules Verne, a relatos como La Isla Misteriosa y La luz del fin del mundo.
Esa lucha ciega y sin fin entre los protagonistas y las criaturas no deja de hablar de nuestro presente…
Y, espero, de una manera muy crítica. En ese sentido, La piel fría tiene un discurso muy contemporáneo: el miedo al otro, al diferente; la desconfianza y la incapacidad para establecer un diálogo por parte del ser humano. El arte apuesta por la comunicación; el cine apuesta por la comunicación.
En ese sentido, el faro es una metáfora muy clara.
El faro es la luz de la esperanza, del conocimiento. La noche y la oscuridad representan la ignorancia que te arrastra a la intolerancia y a la violencia, a que nos matemos los unos a los otros. Cuando la luz enfoca a los personajes sabemos cómo son en realidad. De hecho, dentro del faro se encierra la verdad de lo que está sucediendo.
Un faro diseñado por el desaparecido Gil Parrondo, a quien se dedica el film.
¡Qué menos! Fue su último trabajo para el cine y nos regaló ese maravilloso espacio que es el faro, que fue nuestro princi-