Fe de etarras
★★★★★
Dijo Preston Sturges que la comedia
es el espejo que nos ponen delante justo en el momento que menos ganas tenemos de vernos reflejados. Evidentemente, Philippe de Chauveron, el director de Con los brazos abiertos, no es Sturges, pero sí que aplica esa máxima de incomodar al espectador a base de risas. Porque incómoda es la situación de este personaje, de izquierdas, liberal y tolerante (un Christian Clavier ya directamente convertido en Louis de Funès) que verá cómo su buenismo choca con la realidad. E incómodo es para el público ver que todos tenemos comportamientos racistas y burgueses.
Aun siendo en el fondo muy inofensiva en su forma y en su desarrollo, esta prueba de fuego de un intelectual progresista aguantando en su jardín a unos gitanos rumanos nos hace mirar esa imagen de nosotros que no nos gusta, pero existe. La película aplica una implacable y muy divertida igualdad negativa: todos son egoístas, cicateros y aprovechados. Su idea o ideal de la convivencia y la concordia acaba resultando la mejor broma de todas. Lo mejor: los rumanos y la política de corrección.
Lo peor: Chauveron es un director sin malicia.
FE DE ETARRAS (España, 2017, 90 min.). Dirección: Borja Cobeaga. Intérpretes: Javier Cámara, Gorka Otxoa, Julián López, Miren Ibarguren, Ramón Barea. Guion: Diego San José. Fotografía: Jon D. Domínguez. Música: Aranzazu Calleja.
Dando por superado el cansino deba
te de qué puede ser o no objeto de sátira, carcajearse con la cáustica comicidad del nuevo film de Borja Cobeaga y Diego San José es inevitable. A medio camino entre la melancólica