El escándalo Harvey Weinstein
Su cara pública era la del productor todopoderoso, el hombre de los 81 Oscar, el descubridor de Quentin Tarantino o, en el peor de los casos, Harvey Manostijeras, azote de cineastas. La realidad era otra: Harvey Weinstein (Nueva York, 1952) aprovechó su posición de privilegio para abusar sexualmente de decenas de mujeres en los 30 años que ha durado su ya finiquitada carrera. Décadas de silencio (bien porque él las callaba pagando; bien por miedo) que, por fin, han saltado por los aires. Esta es la relación de los hechos.
Salta el escándalo
Las periodistas Megan Twohey y Jodi Kantor publican, el 5 de octubre, en The New York Times un reportaje en el que ocho mujeres, entre ellas las actrices Ashley Judd y Rose McGowan, denuncian haber sido acosadas sexualmente por Weinstein.
Acusado en redes
Los directores Scott Derrickson y Judd Apatow o las actrices Lena Dunham, Brie Larson o la propia McGowan utilizan sus perfiles en redes sociales para acusar al productor, aplaudir la valentía de las denunciantes y apuntar que los silencios comprados han permitido que los ataques se prolongaran tanto.
Harvey contesta
Su primera reacción fue muy Weinstein. La historia es tan buena que compraría los derechos y haría una peli, diría, burlándose de las acusaciones. Tras la bravuconada, llegarían las excusas y el propósito de enmienda en una carta al diario: He causado mucho dolor. Quiero tratar este problema de frente.
Sin escapatoria
El 8 de octubre, Weinstein manda un e-mail a todos sus colegas de Hollywood pidiendo que le ayuden a tener una segunda oportunidad. Nadie contesta. Ese mismo día, el comité de dirección de su productora decide expulsarle y se plantea cambiar el nombre a la compañía para asegurar su supervivencia ante el tsunami mediático.
Más denuncias
El 10 de octubre, Ronan Farrow
(hijo de Woody Allen y Mia Farrow) acusa a Weinstein en la revista New Yorker de otros 13 casos de abuso sexual y tres violaciones. Una de ellas, a la actriz Asia Argento. Farrow habla de presiones para silenciar el reportaje, algo que ya había denunciado Sharon Waxman, periodista del portal The Wrap.
Huida a Italia
La web TMZ informa, el 10 de octubre, que Weinstein ha volado a Italia para ingresar en una clínica para tratar su adicción al sexo. Paralelamente, la policía investiga nuevas denuncias en Los Ángeles y Londres. Georgina Chapman, su esposa desde 2007, anuncia que le deja por sus reprobables actos.
La estocada definitiva
El 11 de octubre, The New York Times publica un segundo artículo citando a Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie o Patricia Arquette entre las víctimas de Weinstein. Kate Beckinsale, Eva Green, Lena Headey o Léa Seydoux comparten también sus casos y denuncian la operación de silencio y la existencia de encubridores. La bomba ha estallado.
Expulsado de Hollywood
Sus amigos y protegidos pasan de la incredulidad (Quentin Tarantino) y la tristeza (Woody Allen) al rechazo (Kevin Smith). El 14 de octubre, la Academia de Hollywood decide expulsarle, igual que el Sindicato de Productores. El ejemplo de Weinstein lleva a otras denuncias, como las que obligan a Roy Price, al frente de Amazon Studios, a dimitir, acusado también de abusos.