Lynne Ramsay, por En realidad, nunca estuviste aquí.
“El estilo del film lo comparo al de las películas de terror. A veces, lo que no ves es lo que más miedo te da”.
Lynne Ramsay nos explica el film donde mete a Joaquin Phoenix en una espiral de violencia. por Beatriz Martínez (Festival de San Sebastián).
Joe salvar a una niña de una red de prostitución infantil, lo enfrentará a lo peor del ser humano. Se trata de un hombre roto, traumatizado después de la guerra, y que ha terminado aceptando la violencia como parte de su vida. Algo normal si tenemos en cuenta lo podrido que está todo a su alrededor, cuenta la directora.
Energía kamikaze
La violencia es uno de los motores de la película. Y esta se plasma de manera seca y brutal, como Ramsay dice, sin nada de glamour. En muchas ocasiones opta por dejarla fuera de cuadro para que sólo percibamos sus consecuencias. Lo comparo a las cintas de terror. A veces, lo que no ves es lo que más miedo te da. El resultado es un cruce en clave hipnótica entre Taxi Driver (M. Scorsese, 1975) y el nuevo cine coreano.
Ramsay reconoce que el film no sería el mismo sin Joaquin Phoenix: Sólo él podía transmitir esa rudeza, esa energía kamikaze que lo impulsa, esa fisicidad que imprime a cada escena. Su mayor preocupación era que sintiéramos su fragilidad y humanidad. Gracias a su trabajo, el personaje no es sólo una abstracción. Su re-
LYNNE RAMSAY (Directora)
Nacida en Glasgow en 1969, Ramsay se curtió en el mundo del corto antes de debutar en el largo en 1999 con Ratcatcher. Después vinieron Movern Callar y Tenemos que hablar de Kevin.
compensa fue el Premio al Mejor Actor en Cannes, galardón que reconoce una interpretación en la que Phoenix casi ni necesita articular palabra para transmitir toda su potencia expresiva.
En realidad, nunca estuviste aquí es también una experiencia estética y sensorial gracias a la simbiosis entre música, montaje e imagen. El guitarrista y compositor Jonny Greenwood (Radiohead) y la directora trabajaron juntos para conseguir la atmósfera alucinógena y rabiosa del film: Era fundamental identificar al personaje con el viaje musical que lo acompaña. En la banda sonora hay partes muy cool y modernas, y otras más abstractas que definen la ruptura interna del personaje, sus dilemas internos y sus cicatrices más profundas.