EL ESPÍRITU INDOMABLE DE LETICIA DOLERA

Leticia Dolera debutó como actriz en ‘Al salir de clase’, y como directora en ‘Requisitos para ser una persona normal’. Durante el Festival de Sitges, Ron Bacardí le otorgó su galardón más rebelde. “Empecé a dirigir para encontrar una voz propia y salir

por Mireia Mullor. Foto: César Núñez.

El Premio Bacardí Sitges al Espíritu Indomable ha sido este año para Leticia Dolera (Barcelona, 1981), que lo recibió en el marco del Festival de Sitges, con un discurso lleno de reivindicaciones feministas. De hecho, para la actriz y directora este reconocimiento significa, ante todo, no tener miedo a expresar sus ideas en voz alta.

1. Al salir de clase.

“Fue una época maravillosa, hace 15 años: no sólo descubrir lo que era ser actriz, sino también una mujer independiente. Fue un aprendizaje continuo, donde se establecieron lazos muy especiales, porque casi nadie de esa serie era originario de Madrid”.

2. “Empecé a dirigir porque quería entrar en contacto con el cine de una manera más personal e intensa. Encontrar una voz propia y salir de mi zona de confort. Todo empezó como un ejercicio personal y acabó como una pasión que me acompaña hasta hoy”.

3. “Es algo que hay que decir en voz alta, sin pudor y sin vergüenza. El feminismo es importante hoy día de manera urgente. En el cine, hay que plantearse por qué siguen habiendo tan pocas películas protagonizadas, escritas y dirigidas por mujeres”.

4. “Cuando estoy gritando ¡hoy es mi día! mientras le parto la cabeza a un zombi en el tercer [REC]. Lo recuerdo como un momento muy especial, porque me di permiso para perder el control. A veces, a los actores nos da miedo dejarnos llevar y equivocarnos, pero en aquella escena me permití volar”.

5. “Ahora mismo me apetece experimentar con el teatro, sin dejar de lado el cine, claro. Quiero seguir creciendo como artista, así que me encantaría subirme al escenario para sentir el directo. Es un lugar donde no hay montaje que valga. Es aquí y ahora”.

Recuerdos de De actriz a realizadora. Orgullo feminista. ¿Su escena favorita? Próxima parada: el teatro.