120 pulsaciones por minuto ★★★★★
120 BATTEMENTS PAR MINUTE (Francia, 2017, 144 min.). Dirección y guion: Robin Campillo. Intérpretes: Nahuel Pérez Biscayart, Arnaud Valois, Adèle Haenel, Antoine Reinartz, Félix Maritaud. Fotografía: Jeanne Lapoirie. Música: Arnaud Rebotini. DRAMA.
Es fácil detectar, en las numerosas escenas asamblearias de 120 latidos por minuto, que Robin Campillo fue cómplice de Laurent Cantet en La clase (2008). En el calor del debate del activismo de la lucha contra el sida a principios de los 90, esos momentos podrían oler a verdad improvisada, con sus frases pisadas a medio cocer y sus posiciones encontradas, si la redundancia no estuviera a punto de agotarlas, de revelar su dimensión formularia. Son necesarias, en la medida que ilustran las contradicciones de un grito colectivo, pero tal vez se nota en exceso que Campillo las utiliza para compensar la balanza de pagos de un relato que oscila entre lo macro y lo micro con fuerza desigual.
Donde la película triunfa sin ambages es en el reino de lo íntimo, en la historia de amor entre un enfermo de sida y un chico atemorizado por el virus. En ella, y en los paréntesis hedonistas en una pista de baile donde el deseo no entiende de sistemas inmunitarios, se libra la verdadera batalla de la película, libre de didactismos, abrazada a la vida que pende de un hilo.
Entrevista con Robin Campillo en pág. 121 ESTRENO: 19 ENERO