Ramos y Cerezo
Siempre me pareció que Paco Ramos, productor (Zeta Audiovisual), ex distribuidor (Aurum) y ex programador de televisión (Antena 3 TV) es uno de los profesionales audiovisuales con más intuición de los que han pasado por los despachos de la industria
española. Él defiende un cine español con éxito de audiencia. Eso lo predican muchos más, pero Paco no es un cínico que predica algo que luego no cumple. Sus producciones, fuera o dentro de Zeta Audiovisual, han sido grandes éxitos: la cinta animada de Mortadelo y Filemón, las dos películas de Zipi y Zape, la reciente Superlópez, 3 metros sobre el cielo y su continuación, Tengo ganas de ti, Mentiras y gordas, I Love You Baby... Ramos, que fue un distribuidor con mucho olfato, ahora vuelve a la TV, donde ha sido contratado por la poderosa Netflix. Él será el responsable de la producción de todas las series que Netflix ruede en español en todo el mundo. Nada más y nada menos. Y yo me alegro por él y también por quien tomó esta decisión en Los Ángeles.
Si hay un personaje que me tiene subyugado, este es Enrique Cerezo. No por su presidencia del Atlético de Madrid, sino porque no hay en el mundo mundial alguien que se le parezca a él. Warner, Fox, Universal... pueden tener un catálogo con miles de títulos. Pero son grandes corporaciones, pero ninguna es unipersonal o casi. Cerezo tiene 8.000 títulos en su voltio particular. Y ahí no le gana nadie. No es perfecto, ya lo sé, pero su biografía íntima nos puede descubrir a alguien irrepetible. Confieso que cené con él hace unos días y me lo pasé en grande. Ahora, Cerezo ha puesto en marcha FlixOlé, que es el Netflix del cine español y europeo. También ha vendido sus títulos para un canal de Atresmedia, para comercializarlos en América Latina. Nunca tuvo un pelo de tonto. Ahora, con esa cabellera plateada, mucho menos.