Sundance, pistas sobre la cosecha indie 2018
El curso cinematográfico empieza en Park City (Utah), la ciudad en la que, hace ya 35 años, Robert Redford emplazó su festival dedicado al cine independiente. Estos son sus siete grandes éxitos, y uno de ellos viene de Galicia.
Las cifras abruman: 110 largometrajes de 29 países distintos seleccionados entre las 3.901 cintas que se presentaron con la esperanza de ser exhibidas. El Festival de Sundance, celebrado del 14 al 28 de enero, se enfrentó a una nueva cita, la 35º, que estuvo marcada por la larga sombra que el pope del cine indie, Harvey Weinstein, sigue proyectando sobre el sector, y la búsqueda incansable de los éxitos del nuevo año cinematográfico. ¿Qué títulos serán los nuevos Déjame salir o Call Me by Your Name?
Matria, mejor corto. Álvaro Gago, director gallego formado en Chicago y Londres, se llevó con Matria (un corto galardonado ya en la Seminci vallisoletana) el Gran Premio de Jurado. El film gira alrededor de Ramona, una mujer que se refugia de la amargura de su día a día en la relación que tiene con su hija y su nieta.
Los premiados. The Miseducation of Cameron Post, una comedia dramática (o un drama con toques cómicos) con mensaje social dirigido por la actriz y realizadora Desiree Akhavan, y con Chloë Grace Moretz de reclamo comercial, se llevó el Gran Premio del Jurado al Mejor Film Dramático USA. Butterflies, del turco Torlga Karaçelik hizo lo propio en la categoría Internacional. Kailash, de Derek Doneen, en el apartado USA, y Of Fathers and Sons, en el Internacional, fueron los mejores documentales.
El dominio del miedo. Aunque suene extraño, Sundance tiene un un sexto sentido para dar con films de terror que destacan por encima de la media. Tras Babadook (J. Kent, 2014), La bruja (R. Eggers, 2015) o Déjame salir (J. Peele, 2017), este año le ha tocado el turno a Hereditary, de Ari Aster, con Toni Collette y Gabriel Byrne. Pesadillas aseguradas.
Historias de mujeres con mujeres. Más de una tercera parte de los films exhibidos fueron dirigidos por mujeres. Tamara Jenkins presentó Private Life,
su primer film en 10 años (desde la estupenda La familia Savages). Y también brilló The Tale, un drama con Laura Dern donde la directora Jennifer Fox narra, en clave de ficción, su propio caso de abuso sexual.
Estrellas (de ahora y el futuro). El festival que descubrió a Jennifer Lawrence
(Winter’s Bone) vio los nuevos films con Robert Pattinson (Damsel), Kristen Stewart (Lizzie) o Keira Knightley (Colette). Pero los que dieron más que hablar fueron dos chavales: Elsie Fisher (Eight Grade,
una delirante comedia de instituto) y Parker Sevak, de 7 años (The Kindergarten Teacher, drama con Maggie Gyllenhaal).
Propuestas delirantes. La habitual dosis de voladuras de cabeza vino marcada por el documental Bad Reputation sobre la rockera Joan Jett;
Sorry to Bother You, comedia a lo Spike Jonze con Tessa Thompson y Armie Hammer, ópera prima del rapero Boots Riley; y el thriller Mandy, de Panos Cosmatos (el hijo del director de Rambo), que ofrece la versión más alucinada, y ya es decir, de Nicolas Cage.
Show Me the Money. Menos compras y por menos dinero. Sólo una venta por encima de las ocho cifras: la de
Assassination Nation, un thriller de Sam Levinson (sí, el hijo de Barry) que fue el puntazo del festival. Otros más previsibles, como Wildlife, el debut de Paul Dano como director con Jake Gyllenhaal y Carey Mulligan, no encontró distribuidor hasta semanas después.