FEMME BRUTALE
‘Gorrión rojo’. Tras rodar las últimas tres entregas de la saga ‘Los Juegos del Hambre’, Jennifer Lawrence repite con Francis Lawrence en una cinta de espías que sorprende por su violencia y alto contenido sexual. El director nos la cuenta, en exclusiva.
DE QUÉ VA: Cuando una lesión acaba con su carrera como bailarina, Dominika se ve obligada a convertirse en un gorrión, una cortesana del espionaje de la inteligencia rusa postsoviética.
Con licencia para escribir. Francis Lawrence (Viena, 1971) leyó Gorrión rojo (Ed. Los Libros del Lince) mientras ultimaba la posproducción de Sinsajo, el díptico con el que terminó la saga Los Juegos del Hambre. El libro, primera entrega de una trilogía literaria, suponía el debut como escritor de Jason Matthews después de pasar 33 años en la CIA. Me enganchó sin remedio, cuenta el director a FOTOGRAMAS: Me pareció que aportaba un soplo de aire fresco al género de espías. No era ni una historia densa al estilo John le Carré, ni tampoco caía en el abuso de gadgets o la acción adrenalínica que vemos en franquicias como Bourne, Misión: Imposible o 007. Se situaba en un punto intermedio, pero, a la vez, rompía moldes en la descripción de la violencia y las escenas de sexo sin ser estas gratuitas ni regocijarse en ellas. El marco, las
tramas, eran completamente creíbles. Era una historia de supervivencia y seducción. Y tenía un rol central que me fascinó. Siempre me han interesado los personajes solitarios, forzados a salir adelante por sí mismos. Dominika, la protagonista de la trama, es el ejemplo superlativo de esta clase de papeles .
La espía que me atrapó. Pese a que el mundo post Guerra Fría que Matthews retrata en su novela está basado en su experiencia como agente de campo, el personaje de Dominika Egorova, una primera bailarina del Bolshói quien, tras sufrir una grave lesión sobre el escenario, se ve obligada a ingresar en los servicios secretos rusos, es completamente ficticio. De hecho, en el libro, cuenta el director, la trama gira casi más sobre el personaje del enlace americano, Nate, el rol de Joel Edgerton y que seguramente sí se basa más en Jason. A mí, sin embargo, ella me interesaba mucho más. Quería que Dominika fuera el corazón y alma de la historia, aunque para eso tuviera que cambiar el final
del libro. Por suerte, tanto el estudio como Jason lo aceptaron. También estuvieron de acuerdo con la candidata para encarnar a Dominika: Jennifer Lawrence. Mientras leía la novela, la veía a ella. Así que, aprovechando la gira de promoción de Los Juegos del Hambre le vendí el proyecto. Y Jennifer lo compró, asegura Lawrence.
Ni atómica ni viuda. El director ha lidiado con el aparente parecido entre Dominika y otras heroínas de acción. La gente tiende a clasificarlo todo, es triste pero es así, se lamenta Lawrence. Ven la peluca rubia, y piensan en Charlize Theron en Atómica (D. Leitch, 2017). Ven que es una bailarina rusa, y piensan en la Viuda Negra, dice sobre el personaje de Scarlett Johansson en el universo Marvel. Y no es así. Los espectadores que vayan a ver nuestra película esperando encontrar algo parecido, tanto en tono como por historia, se van a llevar una sorpresa, advierte.
Estado de shock. Para empezar, porque Gorrión rojo es muy distinta a lo que he hecho en mis anteriores tres películas, dice sobre las tres últimas entregas de Los Juegos del Hambre. For-
malmente, la abordé como si se fuera un film de Hitchcock, un retorno a una propuesta más formal en la que la tensión, intriga o misterios de los personajes se tradujeran también en la puesta en escena. Y, después, por el tratamiento de la violencia y el sexo. Dejé claro al estudio que tenía que ser una película clasificada R (en USA, no apta para menores de 17 años si no van acompañados por un adulto). Y a los actores, que iban a tener escenas difíciles… pero justificadas, por la historia y los personajes. Gorrión rojo no es un thriller erótico en el que las escenas de sexo suponen un alto de la trama y un descanso para los espectadores. Y lo mismo con las escenas de acción: no hay set-pieces espectaculares que permitan desconectar. La intriga y la tensión viene por otro lado. Y la violencia es brutal, directa… pero siempre sugerida. No caemos en la fascinación ni la banalización cómica. Es el espectador el que crea su propio estado de shock. Lawrence & Co. El director y su estrella, que no repetirán en el que tenía que ser su quinto proyecto jun- tos, The Dive, prepararon conjuntamente las escenas más difíciles. Las evidentes, en las que Jennifer tiene que estar desnuda, y también las de violencia extrema. Ayudó que el equipo técnico fuera el de siempre y que contamos con un reparto espectacular. Se refiere, además de Lawrence y Joel Edgerton, a Matthias Schoenaerts, Charlotte Rampling, Jeremy Irons o Mary-Louise Parker. Pero la clave ha sido que con Jennifer hemos trabajado una confianza mutua que hizo posible rodar un film tan arriesgado como este. No hay tantas películas de estudio pensadas para un público adulto, y Jennifer no puede estar siempre interpretando personajes como Katniss, bromea el director, esquivando confirmar si habrá o no secuela de Gorrión rojo: Todo depende de lo que diga el público, si quiere más o no. Yo no dudaría en volver.
ESTRENO: 2 MARZO
Red Sparrow (USA, 2018, 140 min.). THRILLER.
“No hay tantas películas de estudio pensadas para un público adulto, y Jennifer no puede interpretar siempre a personajes como Katniss”. Francis Lawrence, director