‘LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC’ (1958)
El texto: Fue una de las más representadas de sus obras (al menos en su estreno en Broadway, donde alcanzó las casi
700 funciones, en un montaje dirigido, cómo no, por Elia Kazan), y el segundo Pulitzer de su carrera. La Gata sobre el tejado de zinc caliente volvía a jugar con personajes atormentados y cobardes. En su adaptación al cine, Paul Newman da vida a Brick, alcohólico y acomplejado por la culpa desde la muerte de un amigo íntimo: una relación en la que no es difícil adivinar una homosexualidad latente, que la MGM se esforzó en borrar y que resultaba más evidente en los escenarios. El protagonista rechaza los acercamientos de su explosiva y necesitada esposa (Liz Taylor, que en pleno rodaje enviudó de Mike Todd), sin fuerza para enfrentarse, además, a la hipocresía de su adinerada familia.
El film: Fue la casualidad la que quiso que rodara dos adaptaciones de Williams
(la otra fue Dulce pájaro de juventud),
confesaba el cineasta Richard Brooks: En realidad, tengo muy pocas afinidades con él, lo que no me impide respetar profundamente su talento. De hecho, existe una auténtica incompatiblidad de humor entre él y yo. La falta de química (el dramaturgo no participó, aquí, en tareas de guion, y sintió traicionada su obra, que él consideraba la mejor de su producción) no impidió unos resultados excelentes.