José Díaz, por 100 días de soledad.
‘100 días de soledad’ ¿Qué pasa cuando alguien vive aislado en plena naturaleza? José Díaz quiso saberlo y nos cuenta esta experiencia en la que contó con la ayuda del director Gerardo Olivares.
Su amor por la naturaleza lleva a José Diaz (Oviedo, 1966) a alejarse de todo para filmar, en soledad, el paso del otoño al invierno en el Parque Natural de Redes (Asturias). ¿Qué fue lo más duro de la experiencia?
Sin duda, estar lejos de mi mujer y de mis tres hijos. De no ser por eso, me podría haber quedado allí el resto de mi vida. No eché otra cosa de menos. Tenía todo lo que necesito: alimento para comer, piernas para pasear y cámaras para grabar lo que veo. Y es menos peligroso que cruzar una calle o entrar a un banco a pedir un crédito. Pero usted tenía ya una cabaña, gallinas, un huerto.
Yo empecé a ir al Parque Natural de Redes, con mi padrino, desde los 4 años y, a partir de los 13, por mi cuenta. Luego, encontré esta cabaña, en la que pasé incluso parte de mi luna de miel, y hace unos años la compré. Paso en ella los 52 viernes del año, pero no tengo nada allí. Al surgir el do- cumental, antes de rodar, planté la huerta, me prestaron un caballo para cargar el peso y compré gallinas.
¿Cómo se le ocurrió esta aventura?
Fue a raíz de leer Walden o la vida en los bosques, de H.D. Thoreau (Editorial Juventud), y La vida simple, de Sylvain Tesson (Editorial Alfaguara), y el ánimo de hacer algo semejante.
¿Y que se prolongase 100 días?
Yo quería que durase lo suficiente como para que se notase el cambio de las estaciones. Siempre me había llamado la atención el otoño, pero nunca lo había pasado en la cabaña. 100 suena bien, y se puede relacionar con Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, así que me decidí a hacerlo del 12 de septiembre al 19 de diciembre
¿Qué experiencia previa tenía como cineasta?
Ninguna. Yo tengo una empresa de reformas y decoración en Oviedo y soy fotógrafo autodidacta. Me he inspirado en la película Hacia rutas salvajes (Sean Penn, 2007), e iba a codirigirla con Gerardo Olivares, que tiene bagaje filmando naturaleza, pero, al final, él no pudo participar todo lo que estaba previsto porque mi rodaje le coincidió con la filmación de El faro de las orcas (2017).
Las imágenes aéreas impresionan
Tengo que aclarar que he hecho el curso de manejar drones y conté con una autorización del parque. Uno de los imprevistos graves surgió, como se ve en pantalla, cuando se cayó el dron en un espacio de dos kilómetros cuadrados, con unos 150.000 árboles. Por suerte, logré recuperarlo.
Ha contado con un productor de lujo.
Conocí a José María Morales, de Wanda Films, cuando colaboré en buscar localizaciones para su documental Cantábrico (J.G. Acha, 2017). Meses después, le sorprendí con este proyecto, y le gustó tanto que no dudó en producirlo.
ESTRENO: 16 MARZO
“Me parece más peligroso cruzar una calle o entrar en un banco a pedir un crédito que lo que pueda pasarte cuando estás en el monte”. José Díaz, director