Fotogramas

EL ORDEN DIVINO.

‘El orden divino’. Hablamos con la directora Petra Volpe de su film, que nos lleva a un tiempo muy cercano (1971) en el que las mujeres suizas no podían votar, ni trabajar fuera de casa sin permiso de sus maridos.

- por Paula Ponga.

DE QUÉ VA: Un ama de casa (Marie Leuenberge­r) se convierte en líder sufragista y agita la vida de un pueblo suizo cuando su marido se opone a su deseo de trabajar.

¿Por qué, en un país tan idealizado como Suiza, una especie de oasis europeo, se tardó tanto en conseguir algo tan elemental como el sufragio femenino?

Efectivame­nte, la palabra es idealizado. Suiza es un país muy idealizado. Y en esa imagen tan positiva no encaja la ausencia de derechos democrátic­os. Incluso en España se consiguió en 1931, 13 años después que en Gran Bretaña.

Una de las causas de la tardanza fue el sistema de representa­ción directa: quienes tenían que votar la introducci­ón del sufragio femenino eran los hombres. Otra razón muy profunda es que Suiza es un país muy conservado­r, resistente al cambio, algo que se remonta a la Segunda Guerra Mundial. Su neutralida­d militar y su bonanza fueron de la mano. ¿Por qué cambiar nada si hay bienestar, si todos los niños están escolariza­dos y no nos falta de nada? Es un argumento muy potente para el inmovilism­o.

¿Fue especialme­nte combativo el movimiento antisufrag­ista allí?

Tenía una tradición de más de 100 años. En 1959, ya muy tarde para el contexto europeo, un 60 por ciento votó que no, cuando, en los años 20, ya se había conseguido el derecho al voto de la mujer. La ley marital por la que las mujeres no podían trabajar sin el consentimi­ento del marido no cambió hasta 1988. Y como no podían votar, no podían cambiar las leyes que las discrimina­ban. Se las trataba como a bebés. Y si tenían un hijo fuera del matrimonio corrían el riesgo de que se lo quitaran por no tener marido.

Su protagonis­ta, Nora, padece ese malestar sin nombre

del que hablaba la teórica y líder feminista Betty Friedan.

Sí, quería un personaje con el que la gente pudiera identifica­rse. No alguien que ya estuviese involucrad­o en el movimiento sufra- gista, sino que descubre que lo personal, lo privado está íntimament­e relacionad­o con lo político. Nora es una mujer que despierta y se convierte en un personaje político.

Como muy bien refleja su película con ese final tan redondo, fue también el preludio de una revolución sexual.

Tenía muy claro que, si hacía un film político sobre la liberación de la mujer, tenía que abordar la sexualidad. La liberación sexual de las mujeres está totalmente conectada con la liberación política. El patriarcad­o ha debilitado mucho la conexión de la mujer con su cuerpo, con su deseo, con su placer. Es un aspecto muy importante de la película, sí. Muchas mujeres todavía hoy descubren la diversidad de tipos de vaginas que hay, como se muestra en la película.

¿Es tan machista la industria del cine en Suiza como en Estados Unidos?

Sí. En Suiza, la financiaci­ón se destina en un 80 por ciento a proyectos de hombres.

ESTRENO: 22 JUNIO

 ??  ?? Marie Leuenberge­r, la protagonis­ta en lucha.
Marie Leuenberge­r, la protagonis­ta en lucha.
 ??  ??
 ??  ?? Die göttliche Ordnung (Suiza, 2017, 96 min.). COMEDIA DRAMÁTICA.
Die göttliche Ordnung (Suiza, 2017, 96 min.). COMEDIA DRAMÁTICA.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain