Misión: Imposible. Fallout. Mentiras arriesgadas.
Convertida en la franquicia de acción más respetada del cine, ‘Misión: Imposible. Fallout’ brinda un nuevo espectáculo que derrocha adrenalina y emoción, con un Tom Cruise superlativo. Su director, Christopher McQuarrie, nos la cuenta en exclusiva.
“ETHAN TIENE QUE HACER FRENTE A LAS CONSECUENCIAS DE SUS ACTOS. SUS DESICIONES HAN HECHO DEL MUNDO UN LUGAR PEOR”. Christopher McQuarrie, director
Lo siento tanto por el pobre cabrón que tenga que dirigir la siguiente! Esto fue lo primero que el guionista y director Christopher McQuarrie (Princeton, Nueva Jersey, 1968) pensó sobre Misión: Imposible. Fallout, sexta entrega de una franquicia que, desde su nacimiento, hace ya 25 años, ha encumbrado a Tom Cruise como referente (muchas veces en perjuicio de su propia integridad física) del cine de acción. Esa idea cruzó su mente en pleno rodaje de Misión: Imposible. Nación Secreta (2015), la quinta cinta de la saga, cuando nadie sabía (ni él mismo), que ese pobre cabrón sería él. Rompió así uno de las constantes que han seguido a Ethan Hunt desde que lo viéramos por primera vez en la gran pantalla: Brian De Palma, John Woo, J.J. Abrams y Brad Bird, sus predecesores al mando, nunca repitieron. No te creas que no di vueltas y vueltas sobre esta idea. Pero, como Tom me dijo, recuerda el propio autor, los precedentes y la historia están para ser cambiados.
A LA CAZA DE HUNT
Saber qué historia quieres contar y saber cómo relatarla son dos cosas completamente distintas, apunta McQuarrie cuando FOTOGRAMAS le pregunta dónde nació la idea de Fallout. Rodando la anterior ya intuíamos hacia dónde tenía que ir esta sexta parte, dice sobre la que
es su séptima colaboración con Cruise. Óscar al mejor guion por Sospechosos habituales (Bryan Singer, 1995), McQuarrie repite como director en la franquicia, pero esta ya es la tercera cinta de la saga en la que participa:
En Misión: Imposible. Protocolo Fantasma (2011) colaboré, sin acreditar, en la reescritura de la trama. Tanto Tom como yo tenemos muy claro quién es Ethan Hunt y hacia dónde podemos llevarlo. O, como en este caso, perseguirlo.
Tras el fracaso de una misión, el protagonista y su equipo están en el punto de mira del más peligroso de sus antiguos enemigos, Solomon Lane (Sean Harris), pero también de la CIA, que encomienda a uno de sus más brutales agentes, August Walker (Henry Cavill), la eliminación de la célula de Hunt... y de todos aquellos con los que tengan contacto. Entre estos encontramos a viejos conocidos como Ilsa (Rebecca Ferguson) o Julia (Michelle Monaghan), la esposa de Ethan, así como a nuevos y misteriosos personajes; por ejemplo, la Viuda Blanca (Vanessa Kirby), una traficante de armas.
NUEVOS VIEJOS RETOS
McQuarrie avisa de que no importa lo planeado que lo tengas todo, lo mucho que hayas trabajado en crear un argumento creíble, en dar a todos los personajes un trasfondo personal... Una producción de estas dimensiones puede echarlo todo al traste en cuestión de segundos. Rodada entre París, Inglaterra, Noruega, los Emiratos Árabes y Nueva Zelanda durante unos eternos 11 meses –con el conocido parón de seis semanas después que Cruise se rompiera un tobillo en un salto entre edificios en Londres que McQuarrie aprovechó para pulir el guion y montar lo que había filmado, con lo que seguramente, al final, acabaron ganando tiempo–, la clave de esta entrega no está en los set pieces, sino en los personajes, apunta su responsable. Cada escena tiene un pro- fundo componente emocional. La acción marca dónde plantas la cámara, pero la emoción es el engranaje que da sentido a todo. Hay un dicho que resume mi experiencia profesional: Escribir es como empujar una roca hasta la cima de una montaña. Dirigir es correr por la pendiente hacia abajo intentando que esa misma roca no te aplaste. Y, en parte, ese es el dilema por el que pasa Ethan. Se enfrenta a una misión y, más tarde, sufre sus consecuencias. En este caso, arranca
a la espera, parado a la fuerza. Y, cuando llega el encargo, es la confirmación de todos sus temores. Tiene que hacer frente a unas decisiones que han hecho del mundo un lugar peor. En realidad, Ethan es Sísifo. Está bastante claro por qué me identifico con él, ¿verdad?
UNA ¿ÚLTIMA? MISIÓN
Llegados a este punto, y más después del entusiasmo con el que la crítica mundial ha recibido el film, McQuarrie no se atreve a aclarar si volverá para la séptima entrega. Es que, para empezar, nunca me planteé rodar esta. Intenté escapar. Pero no depende de mí, ni de Tom. Esta franquicia puede con todo. Por otro lado, Ethan nunca se retirará.
“LA CLAVE ESTÁ EN LOS PERSONAJES. CADA UNO DE LOS ‘SET-PIECE’ TIENE UN PROFUNDO COMPONENTE EMOCIONAL”. Christopher McQuarrie, director
Sólo sabe hacer una cosa, y sólo una le define: el sacrificio. Cuando, en Nación Secreta, rodamos la escena del A400M, pensé que nunca nada sería tan peligroso como ese avión. Me equivoqué, y seguro que, si creo que esta vez hemos llegado a nuestro tope, lo haré de nuevo. Todo dependerá de si Tom quiere seguir. Y, créeme, Tom, de momento, quiere. ESTRENO: 27 JULIO
MISSION: IMPOSSIBLE - FALLOUT (USA, 2018, 147 min.). Dir.: Ch. McQuarrie. ACCIÓN.