Michelle y Robert King, por The Good Fight.
Robert y Michelle King son los artífices de ‘The Good Fight’ y dos de los creadores televisivos más interesantes del momento. Hablamos con ellos de su última serie y cómo plantean la nueva entrega.
Robert King lleva años trabajando en Hollywood como guionista de cine –en sus créditos figuran títulos como La isla de las cabezas cortadas (R. Harlin, 1995) y Límite vertical (M. Campbell, 2000)– pero la gloria se la daría la TV. Junto a su esposa Michelle desarrollaría, en 2006, el drama legal Proyecto: Justicia, con Kyle MacLachlan y Jason O’Mara, que sería cancelado tras sólo una temporada por la cadena ABC. La experiencia les sirvió para cimentar tres años más tarde otra serie de abogados, The Good Wife,
esta sí con éxito. Ahí se forjaría la marca de los King, reyes catódicos que ahora azotan a Trump desde el spin-off The Good Fight, cuyas dos primeras temporadas están en el catálogo de Movistar+.
¿Cómo consiguen que su serie The Good Fight tenga un argumento tan actual? Michelle King: Leemos mucho las noticias y no pasa demasiado tiempo desde que se edita hasta que está disponible para todos los espectadores.
Robert King: Yo dirigí el último episodio y fueron tres semanas desde que terminamos de grabarlo hasta que se emitió. Es una carrera contra el calendario para editar y post producir. Al principio de la temporada trabajábamos con una diferencia de tres meses entre rodaje y emisión, pero al final todo va apretándose y el tiempo se reduce. La primera temporada arranca con la victoria de Trump. Sin embargo, no afectó a la trama tanto como en la segunda... M: Inicialmente la segunda temporada no iba a ser muy política, pero cuando nos reunimos con los guionistas, era un tema que todos teníamos en la cabeza. No había forma de no tratarlo.
R: Todo el mundo ha reaccionado ante la administración actual, está invadiendo la cultura. Antes, política y arte iban por caminos separados, pero ahora Trump ha tomado el control de la televisión. Todo el mundo está comentándolo, incluso Oprah. Si no lo hacíamos era como ponerse un antifaz para ignorarlo. ¿Y de dónde nace la apasionante trama de las sucesivas muertes de abogados? R: Durante la campaña electoral USA hubo mucha ira hacia los periodistas, incluso se les amenazaba. Así que nos
“LA PRÓXIMA TEMPORADA DE ‘THE GOOD FIGHT’ TENDRÁ UNA ESTRUCTURA MÁS LIBRE, MÁS DADA A VER EN MARATÓN .” Robert King, productor y guionista.
pareció interesante contar qué pasaría si toda una profesión fuese atacada. No nos resultaba exagerado que pasase con abogados de delitos de lesiones o defensores, o que esta ira proviniera de racistas o antisemitas. Hicimos una alusión al Matar a todos los abogados de Shakespeare y, además, abordamos la sensación de ansiedad que supone sentirse atacado. Hablando de muertes, uno de los puntos álgidos de la serie original The Good Wife fue el asesinato de Will Gardner. ¿Cómo se planteó en el guión? M: Sabíamos que el contrato de Josh Charles expiraba, así que tuvimos tiempo de pensar de qué forma se marcharía. Como siempre habíamos tratado de mantener la serie muy asentada en la realidad y no tener grandes explosiones, sentíamos que nos habíamos ganado una muerte.
R: Lo preparamos muy cuidadosamente, introduciendo al tipo que apretaría el gatillo en un episodio previo que era una historia cerrada en la que Will fallaba al defenderle. Buscábamos un gran impacto. La forma en la que normalmente experimentamos la muerte no es desvaneciéndonos en la cama de un hospital donde has tenido tiempo de asimilarlo, sino algo más brusco: recibes una llamada y un ser querido ha muerto. Es parte de la vida tener la sensación de que todo lo que se hace se puede corregir. Si coges peso, haces ejercicio, si te quemas la piel, te pones crema. En la sociedad de consumo es complicado lidiar con la muerte porque no hay marcha atrás: no puedes comprar nada para corregirlo. Con la muerte de Will buscábamos ese sentimiento de fin. La televisión trata la
muerte como algo que se puede corregir fácilmente. En un episodio estás muerto, pero en el siguiente revives.
M: Y aunque él está muerto, los que le rodeaban siguen de duelo. Diane aún sufre por Will y le menciona.
¿Es completamente imposible que Alicia Florrick aparezca en The Good Fight?
M: Aunque queremos mucho a Julianna Margulies, la protagonista de la serie, no es probable. Ahora está en Dietland.
R: Julianna ha dicho que se pensaría volver si no minara el legado de The Good Wife. No nos gustaría que, una vez terminada esa historia, parezca que estamos poniéndole añadidos.
Algunos fans piensan que deberían matar a Alicia fuera de la pantalla...
M: No podemos matarla, ¡no!
R: Sería terrible, ¿que ella se suicide o algo así? Terrible (Risas).
¿Qué temas se plantearán en la tercera temporada de The Good Fight?
R: Empezaremos a trabajar en agosto sobre por qué damos tanta importancia a las historias. En el mundo de los aboga- dos, muchas veces gana quien tiene pocas pruebas y consigue retorcerlas para contar una buena historia. Eso es algo que impacta en Estados Unidos porque somos el país de la cultura popular. Quizás lleguemos un poco tarde, pero me gustaría hacer algo sobre el tráiler que se montó para la cumbre con Corea del Norte. De nuevo, me parece que es fascinante porque están usando algo en lo que los estadounidenses son muy buenos, la cultura pop, y lo convierten en política. También sobre el #MeToo y cómo está cambiando. La polémica con Chris Hardwick, un cómico que, tras ser acusado por una ex de maltrato, ha perdido su trabajo, es interesante. Ha introducido el #MeToo en la esfera de las relaciones privadas.
¿Nos podéis adelantar más novedades? R: Tenemos claro que habrá nuevos personajes, pero aún no hemos hecho el casting. Podemos asegurar que tendrá una estructura más libre, probablemente más dada a verla en maratón, y con menos historias cortas episódicas. LAS DOS TEMPORADAS DE ‘THE GOOD FIGHT’ ESTÁN DISPONIBLE EN MOVISTAR+