SIEMPRE JUNTOS (BENZINHO).
‘Siempre juntos (Benzinho)’. La buena salud del cine brasileño, tras la también femenina y excelente ‘Doña Clara’, se prueba en esta premiada comedia dramática con una infatigable madre coraje como gran protagonista.
Cuando su hijo mayor recibe una beca para ir a Alemania a jugar a balonmano, una madre pone en marcha todas sus tretas para tratar de mantener a su familia unida.
Una matriarca para la eternidad. En la génesis de esta coproducción entre Brasil y Uruguay (que aporta a un actor como César Troncoso) encontramos a su protagonista, la arrolladora Karine Teles, asimismo partícipe en el guión del film. Había interpretado a todo tipo de mujeres, tanto en cine como en televisión, desde diferentes acercamientos que tenían que ver con el género al cual estaba adscrito cada proyecto: comedias convencionales, dramas, melodramas folletinescos, adaptaciones de clásicos de la literatura y el teatro… Pero notaba que faltaba siempre algo en cada uno de esos retratos. En primer lugar, que los notaba ajenos a mí, a mi experiencia y a mi memoria. Y en segundo lugar, que en ellos reconocías fácilmente el artificio, lo que no quiere decir que sea al- go malo, pero que no tenía que ver nada con todo ese arco inmenso que abarca una mujer en la vida real, y mucho más si hablamos de una madre. Teles implicó en el proyecto a Gustavo Pizzi, en esta ocasión en su segundo largometraje, con quien comparte un gusto casi enfermizo por el cine post neorrealista italiano: Karine y yo, reconoce el director, podemos pasar horas y horas enteras viendo, hablando y comentando películas como Mamma Roma (Pier Paolo Pasolini, 1962), Matrimonio a la italiana (Vittorio de Sica, 1964), Una jornada particular (Ettore Scola, 1977)… y preguntándonos ¿por qué no podemos hacer algo similar? De esas conversaciones y de esa pregunta es de donde surge el germen de la película.
Brasil, hoy. Dibujada sobre el modelo de las Anna Magnani o Sophia Loren de esos clásicos italianos con madres coraje que sacaban adelante a toda su familia sin quejarse, levantándose del suelo con orgullo y valentía, la Irene de Siempre juntos (Benzinho) no solamente responde a la fuerza de la mujer
(somos las adultas y maduras en una sociedad de hombres infantiles e irresponsables, no se corta Karine Teles), sino que retrata a un Brasil cada vez más homogeneizado, pero no por el bienestar o la modernidad, sino por el culto al dinero, lo que provoca grandes fracturas sociales. La película tiene su instante para denunciar el clasismo, cada vez mayor, en la sociedad brasileña, apunta Gustavo Pizzi. Pero también para hablar del profundo desarraigo que estamos viviendo. Chicos que marchan a Estados Unidos o a Europa porque reciben ofertas de trabajo, como sucede con muchos futbolistas (en la película es el balonmano).
Las familias se rompen, la unidad familiar se tambalea y con ella una idea de sociedad, de la misma Brasil, que se ejemplifica en la lucha de Irene en el film por mantener unidos a los suyos. ESTRENO: 3 AGOSTO Benzinho (Brasil, Uruguay, 2018, 95 min.). COMEDIA DRAMÁTICA.