HOTEL SALVACIÓN.
Presintiendo su cercana muerte, un hombre, acompañado de su hijo, emprende un viaje a la ciudad sagrada de Varanasi en busca de la salvación y el perdón.
Fin de trayecto. La vida, y sobre todo la muerte, vistas como un paso más en el viaje hacia la reencarnación, son el eje de la cultura y las creencias de la comunidad hindú. Que su cine, habitualmente dedicado a cosas menos profundas en su ingente producción de batiburrillos de romances, bailes, acción y delirios cromáticos, halle espacio, y tiempo (un lapso tranquilo, reflexivo) para hablar de ello, resulta, cuando menos curioso. Shubhashish Bhutiani lo hace en este Hotel Salvación, una road movie paternofilial (que en el último Festival de Venecia de hace dos años fue comparada con el cine de Roberto Rossellini, Vittorio De Sica e incluso con el David Lynch de Una historia verdadera), que habla de completar ese círculo de la existencia, pero también de encontrar la paz, el perdón y la armonía antes de partir.
Sentimientos no escondidos. Todo lo que tiene de espiritual y trascendente la religión y la cultura hindú, lo tiene de pudor a la hora de demostrar el cariño hacia los
seres queridos, comentaba Bhutiani en la rueda de prensa de presentación del film en Venecia. De aquí que este viaje entre un padre moribundo y un hijo ocupado, un trayecto hacia la muerte y la salvación, se convierta más en una manera de expresar sentimientos que se suelen esconder que en un simple trayecto religioso. ESTRENO: 24 AGOSTO Mukti Bhawan (India, 2016, 99 min.). DRAMA.