Los Increíbles 2
★★★★ ★
The Incredibles 2 (USA, 2018, 118 min.). Dir.: Brad Bird. Int. (voces): Craig T. Nelson, Holly Hunter, Samuel L. Jackson, Catherine Keener, Bob Odenkirk, Isabella Rossellini, Brad Bird. ANIMACIÓN.
Nadie podría imaginar que en esta vorágine de éxito mundial del fenómeno superheroico y en la misma casa madre que acoge, con inteligencia y celo profesionales, a los personajes de la editorial de cómics Marvel, la Disney, se daría luz verde a la que quizás sea la más compleja de las visiones sobre este género, boom y sobre lo que de verdad subyace en ese ciclo de aventuras épicas bajo la égida del productor Kevin Feige. Ya la primera Los Increíbles (2004) anticipaba ocho años antes que Los vengadores (Joss Whedon, 2012) cierta idea de la alegría cinética de la destrucción, mientras sentaba en un diván psicoanalítico familiar (de arrebatadora estética pop sesentera) al mesianismo y al complejo de salvadores de la humanidad. Casi tres lustros después, Brad Bird recupera al clan familiar con súper pode-
res para enfrentarlo a un mundo (visualmente próximo a la geometría de los cortos animados de la productora UPA) en el que, como en la Civil War marvelita, los héroes han sido arrinconados por políticos, tecnócratas, magnates de la información e interesados creadores de falsas noticias.
Bird es lo suficientemente astuto como para que Los Increíbles 2 sea, en su brillantísima superficie, un espectáculo pluscuamperfecto a niveles técnicos y narrativos, a que atrape a los espectadores con su sabia mezcla de sitcom (Bob Parr descubriendo que la vida de ama de casa sí que es una misión imposible), acción (simplemente arrolladora y exquisita), humor (ese festival de gags con el retoño Parr y sus despertadas especiales habilidades, digno de los instantes más surrealistas y salvajes de Tex Avery) y homenajes a la saga James Bond (el coche de Mr. Increíble). Pero además, Brad Bird es sibilinamente ambiguo planteando un trasfondo dramático que podría entenderse como una nada disimulada defensa del defenestrado pope de la Pixar, John Lasseter, personificada en esa caza de brujas, con manipulación mediática y discurso único políticamente correcto, que sufre el patriarca de la familia protagonista. ESTRENO: 3 AGOSTO