JOAQUÍN REYES, ADULTO NIÑO
Él es una puerta a otro universo, muy parecido al nuestro pero donde sólo suceden cosas divertidas. Una vez entras ahí, todo te hace gracia: lo grande y lo pequeño, el drama y la tragedia. A su lado, desesperarse resulta cómico. Joaquín Reyes es como un exorcista que se lleva todos tus demonios. Y es un actor excepcional, con esa humanidad que nos remite a Jack Lemmon o Robin Williams. No sólo es un cómico (como si eso fuera poco). Es fantástico en drama y en eso que llaman dramedia (que es una mezcla de drama con humor), quizá los ingredientes de eso otro que llamamos vida.