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RECOMENDACIONES DEL MÁS ALLÁ. Hay películas malditas que lo son porque nadie las ha visto; porque no llegaron a estrenarse o no llamaron la atención y, si lo hicieron, no fue para bien. Habitualmente, el paso del tiempo acaba rescatándolas y, de malditas, pasan a películas de culto. Este proceso puede llevar décadas. Pero, de vez en cuando, surge un film tan extraño e incómodo que es capaz de convertirse en maldito automáticamente y, en menos tiempo del que canta un cinéfilo, en cinta de culto. Es el caso de La noche del virgen (2016), de

Roberto San Sebastián, que edita el sello ReDrum en Blu-ray y DVD, y que pasó por todos los festivales de cine fantástico dejando tras ella un reguero de mugre, sangre y fluidos viscosos nada fácil de tragar, pero que, para quienes apreciamos el mal gusto como una de las Bellas Artes, depara un montón de desagradablemente gratas sorpresas. La historia de Nico (inclasificable Javier Bódalo), que, con tal de perder la virginidad en Fin de Año, está dispuesto a convertirse en víctima de un obsceno ritual pagano, se convierte en verdadera ordalía de humor negro y viscoso, suciedad y tortura, haciendo que hasta el espectador más goremaníaco y escatológico se retuerza entre risas, llanto, carcajadas y arcadas. Un desafío a los límites del disgusto, la nueva y la vieja carne, con imágenes que dejan a Barker, Cronenberg, Giger, Buttgereit y Torrente a la altura del betún. Quien soporte el parto que divide la película en dos

(una, guarra y la otra, peor), puede decir que ha estado en el infierno y que era putrefacto, gelatinoso y muy, muy sucio... tanto como la mente del director y su guionista, Guillermo Guerrero.