JASON, EL ESPANTATIBURONES
√ No puedes hacer una película sobre un tiburón gigante y que no aparezca hasta la hora y diez de metraje. Únicamente si eres Spielberg te puedes permitir lo de no mostrar del todo (fuerza mayor) al escualo, pero entre Tiburón y este subproducto titulado Megalodón media un abismo, o una fosa abisal, para ser más marítimos. Maribel Alberti (vía e-mail).
√ Esperaba más de la película. Y sobre todo esperaba más de lo que nos vendían: Jason Statham contra un tiburón prehistórico gigante, y de eso, pues na- da. Como entretenimiento veraniego, bueno, no molesta, pero prefiero l a desvergüenza de la saga Sharknado. Stathamnovista (Murcia).
√ Leo en la revista la crítica de Megalodón y, estando de acuerdo en que le falta sangre, coraje, humor y cine a la película, no entiendo que le pongan tres estrellas. Bueno, igual ese ha sido el secreto de su éxito: que ya no le pedimos entidad a los blockbusters veraniegos. Rafael Llopis (Benicàssim).
CONTESTA MR. BELVEDERE
También sigo asombrado, aunque supongo que menos que Jason Statham o Jon Turteltaub, quienes renegaban del final cut para todos los públicos que los todopoderosos productores chinos impusieron, aunque ahora ya andan pensando en la secuela (y en el cheque con los royalties), por el éxito mundial de Megalodón. Es verdad que tarda en arrancar y que le sobran personajes (la niña china), pero deberíamos reflexionar sobre el infantilismo y sobre lo que comenta el consulvidente castellonense: la pobreza de los blockbusters de hoy.