VIAJE A LA OCTAVA DIMENSIÓN
Kike Maíllo ha rodado un inquietante cortometraje en clave de thriller, que nos conduce por las dimensiones de la realidad. Najwa Nimri, como protagonista, sienta cátedra.
Arranca la acción. Una escritora de novelas de misterio da una clase magistral en la universidad, mientras intenta explicar a sus alumnos que nada es lo que aparenta ser. La verdad, y todas sus proporciones, entran en juego en paralelo en el cortometraje La octava dimensión, en un discurso que mantiene la atención de la audiencia. Un nuevo re- gistro para Najwa Nimri (que no lee este tipo de novelas sino poesía), que aceptó el reto de protagonizarlo porque no es un spot, es mucho más que eso: no somos modelos, somos actores y se cuenta una historia apasionante y misteriosa. Quería trabajar con Kike Maíllo desde que vi Toro (2016) porque me vuelven loca las películas de acción. En este cortometraje hay algo de acción, aunque yo quiero más. Ojalá le haya gustado mi trabajo al director y me llame para hacer algo más intenso y más largo. Yo empecé directamente en la acción con Daniel Calparsoro y es lo que me divierte. El rodaje de La octava dimensión, a medio camino entre Barcelona y Huesca, apenas duró un fin de semana largo, intenso y divertido a partes iguales
según su protagonista, que llegaba extenuada tras haber finalizado el rodaje de El árbol de la sangre con Julio Medem y en un fin de semana de descanso de la cuarta temporada de la serie Vis a vis. Lo primero que pensé cuando cayó el guión en mis manos, dos días antes, fue que tenía una cantidad de texto brutal, tenía que ser verosímil y nunca he interpretado a una profesora dando una clase magistral. Había poco tiempo para prepararlo. Fueron tres días intensivos en los que mantuve largas charlas con Alberto Ammann y me reí muchísimo con las chaladuras de Javier Pereira. Hacer un corto es más complicado que un largometraje, porque el director tiene muy poca oportunidad de prueba-error.
TODO BAJO CONTROL
Kike Maíllo, escritor y director, está satisfecho con el resultado. Con este corto hemos querido plasmar este afán tan común por adelantarnos a los acontecimientos, y de qué manera los prejuicios pueden llevarnos a una visión errónea de la realidad. El rodaje con Najwa fue genial porque es un torbellino, tiene desparpajo, mucha fuerza. Aunque a su alrededor giran satélites masculinos, ella lleva las riendas de la historia. La octava dimensión ofrece la ventaja de que, al tener este formato, viaja mucho más rápido por Internet y llega a más gente en menos tiempo, eso me gusta. Un encargo de la marca Audi, muy involucrada con el mundo del cine a través de un grupo de trabajo de actores y directores, entre otras muchas acciones. En esta ocasión, muestra de modo latente, el modelo más novedoso de la marca, que define Najwa después de haberlo probado: es un ‘cochazo’ que me hizo sentir que lo controlaba todo, y eso es algo que no entiendes hasta que no lo pruebas. Parece que nada malo te puede pasar ahí dentro.