EL GENIO TERRIBLE
Pasó por ‘Los Soprano’ y alcanzó la gloria seriéfila con ‘Mad Men’. Ahora, Matthew Weiner regresa con el drama antológico ‘The Romanoffs’ de Amazon Prime Video.
La dinastía Romanov llegó a su fin cuando, en 1918, Nicolás II y su familia fueron asesinados en la Revolución Rusa. Durante años se especuló que Anastasia, una de las hijas del zar, había sobrevivido (lo que dio pie a varias películas incluida una versión animada). Nacía una leyenda urbana en torno a la descendencia de la familia real rusa que ahora sirve de pretexto a la serie The Romanoffs. Ocho episodios independientes contarán la historia de varias personas, repartidas por el mundo, que dicen ser descendientes de los Romanov. Realmente desconocemos, más allá de esta conexión, qué querrá contarnos esta vez Matthew Weiner, pues la descripción de los episodios es de lo más críptica. Sello de autor. Un matrimonio en crisis que encuentra sus propias tentaciones, una disputa entre una estrella de cine y un director, una mujer que se enfrenta a sus propias mentiras o un hombre huyendo de una maldición familiar son algunas de las historias que veremos, recreadas por, entre otros, Isabelle Huppert, Christina Hendricks, John Slattery, Noah Wyle, Paul Reiser y Kathryn Hahn. Pero ni el brillante elenco, ni la ingeniosa premisa, convierten The Romanoffs en una de las ficciones más esperadas del otoño. Lo hace el sello de su autor: el creador de Mad Men (2007-2015), serie que terminó hace más de tres años (y eso, en televisión, es toda una eternidad).
En crisis. Después de terminar de contar la historia de Don Draper, Weiner vivió un bloqueo creativo que duró más de un año. No sabía si podría volver a escribir (o, posiblemente, tenía miedo de que lo que escribiese no fuese tan bueno) y se recluyó en Yaddo, una colonia pijísima pensada como retiro para artistas.
Allí retomó su inspiración, pero en lugar de una nueva serie parió Absolutamente Heather, un breve libro (editado en España por Seix Barral) sobre una familia rica que se cruza con un constructor sociópata, que tuvo buena aceptación por parte de la crítica. Las expectativas eran altas y Weiner, que tiene fama de perfeccionista, debe de pasarlo bastante mal con cada nuevo paso.
De la comedia a Los Soprano. Su carrera como guionista empezó escribiendo comedia, siendo Becker (1998-2004), aquella serie que protagonizó Ted Danson después de Cheers, su título más
destacado de esta etapa. Sin embargo, no comenzaría a hacerse un nombre en la industria hasta que encandilase a David Chase, el responsable de nada menos que Los Soprano, mostrándole un guión propio. Weiner pronto se convirtió en la mano derecha de Chase: entró como guionista raso en la quinta temporada (2004) y para la última (2007) ya figuraba como productor ejecutivo. Eran mentor y discípulo.
Nueva York, años 60. Ese guión que le abrió las puertas de la serie más prestigiosa del momento llevaba por título Smoke Gets in Your Eyes y trataba sobre la publicidad en el Nueva York de los años 60 (¿les suena?). Ni Chase ni HBO quisieron producirlo, así que Weiner lo movió por cadenas como Showtime o FX sin éxito. Entonces dio con AMC, canal que hasta el momento sólo emitía cine (no en vano es acrónimo de American Classic Movies) pero que estaba interesado en producir series. Ahí su
guión se materializaría en un episodio piloto sin caras conocidas de una serie que finalmente llamaría Mad Men.
El episodio más oscuro. Matthew Weiner asumía entonces la posición del maestro y se rodeó de guionistas más jóvenes. Había ascendido al escalafón final pero, aunque muchos loan que diese oportunidades a otros, se ha escrito en exceso sobre su carácter tiránico. El episodio más oscuro de su carrera salió a la luz el año pasado: la guionista Kater Gordon le acusó de haberla acosado sexualmente mientras escribían el episodio Meditaciones en una emergencia, por el que ganaron el Emmy. Ella salió de la serie poco después y nunca más trabajó en televisión.
Marti Noxon, la responsable de Heridas abiertas que fue productora consultora de Mad Men, aseguró que la creía con unas duras declaraciones:
Es diabólicamente inteligente e ingenioso, pero también es, en palabras
CON ‘THE ROMANOFFS’ PODRÁ PROBAR SI ES EL GENIO QUE MUCHOS VENERAN O SI ‘MAD MEN’ FUE PRODUCTO DE UN ENORME ESFUERZO COLECTIVO
de uno de sus compañeros, un terrorista emocional que montará un berrinche hasta conseguir lo que quiere. Crédito merecido. Más allá de esta polémica, es innegable que Mad Men supuso un hito en la historia de las series, no sólo por el obsesivo nivel de detalle de su exquisita ambientación sino también por la calidad de sus guiones, que retrataban a través de Don Draper el lado más infecto del sueño americano. Y Weiner se lleva prácticamente todo el crédito de ello a pesar de que otro punto fundamental de la serie fueron sus mujeres –y en especial Peggy Olson–, que no habrían existido sin el trabajo de un buen número de guionistas mujeres, incluida Maria Jacquemetton y su experiencia como secretaria.
Con The Romanoffs podrá probar si es el verdadero genio que muchos veneran o si Mad Men simplemente fue un enorme esfuerzo colectivo del que él era la cabeza visible. Si no funciona, tal vez Hollywood deje de perdonarle su carácter y termine cortándole la cabeza (metafóricamente) como a un monarca caído.
AMAZON PRIME VIDEO ESTRENARÁ LA TEMPORADA 1 DE ‘THE ROMANOFFS’ EL 12 DE OCTUBRE