Paul Feig, por Un pequeño favor.
‘Un pequeño favor’. Autor de hits como ‘La boda de mi mejor amiga’ y del reboot femenino de ‘Cazafantasmas’, Paul Feig adapta el ‘best seller’ de Darcey Bell, un sofisticado cóctel de comedia y thriller.
Stephanie (Anna Kendrick), una mamá soltera bloguera, está decidida a descubrir la verdad tras la inesperada desaparición de Emily (Blake Lively), su mejor amiga.
Lo extraordinario de lo ordinario. Como actor, guionista, director, productor y miembro vital de la última hornada que ha moldeado la comedia estadounidense, tanto en TV (Freaks and Geeks) como en el cine (La boda de mi mejor amiga), Paul Feig (Mount Clemens, Michigan, 1962) tiene muy claro que no hay forma más eficaz de contar una historia que la comedia. Porque así funciona en la vida real: la gente, incluso cuando está en la más dramática de las situaciones, sigue haciendo chistes. A veces inapropiados, de mal gusto. Pero siguen siendo chistes. El humor se abre paso en los momentos más duros y es una de nuestras armas para seguir adelante. Y todos conocemos a alguien que, en un momento trágico, reaccionó de la forma más inesperada. Eso es lo extraordinario de lo ordinario, lo que me llevó a preguntarme ¿Qué pasaría si llenáramos una historia de personajes así, extremos e imprevisibles? Personajes extremos, trama imprevisible. Esa historia llegaría cuando le ofrecieron adaptar el best seller de Darcey Bell Un pequeño favor (Ed. Suma). El estudio no sabía si era una comedia o un drama. Eso ya me gustó. Siempre había querido dirigir un thriller, pero sé que tengo buena mano para la comedia, así que esta trama me lo ofrecía todo con el añadido de unos personajes retorcidos, cuenta Feig de un film que hay quien define como un giro cómico de Perdida, la versión que David Fincher dirigió en 2014 de la novela de Gillian Flynn. Esa etiqueta no me supone ningún problema. Me encanta ese film y adoro el género, pero no quiero que los espectadores crean que Un pequeño favor es una parodia. No lo es. La trama es seria, son los personajes los que aportan comicidad. Es un thriller y no nos reímos del género. Crímenes suburbiales. Como en Blue Velvet (1986), Twin Peaks (1990) o Big Little Lies (2017), el film sitúa el escenario del crimen –en este caso la desaparición de una mujer, madre de un niño y muy popular e inaccesible– en un barrio residencial de una gran ciudad americana como en el que yo crecí, dice Feig. Las fachadas eran inmaculadas, los jardines traseros escondían muchos secretos. Todos tenemos secretos, lo que nos distingue es qué seríamos capaces de hacer para que nadie los descubra. Eso es lo que intenta Stephanie, la mamá bloguera, con también más de un esqueleto en el armario, que interpreta Anna Kendrick, mientras que Blake Lively se encarga de Emily, la desaparecida. Las dos se desenvuelven bien tanto en la comedia como el drama, y era necesario para no caer en la caricatura. El tono en un film como este es la clave, porque aunque la historia y los personajes sean demenciales, tienes que contarla con equilibrio, sin caer en el gag por el gag. Y creo que lo hemos conseguido. ESTRENO: 28 SEPTIEMBRE