Gigantes. Llega el clan de los Guerrero.
Entrevistamos a Enrique Urbizu en un colegio mayor de Madrid donde rueda unas secuencias de la segunda temporada de ‘Gigantes’, la ambiciosa serie criminal que estrena en San Sebastián.
Gitanos y fachas. Centrada en las relaciones de amor y odio entre el clan Guerrero, formado por el padre (Jose Coronado), sus tres hijos (Isaac ‘Isak’ Férriz, Daniel Grao y Carlos Librado) y las mujeres que giran a su alrededor, Gigantes, que aún sin emitirse ya ha empezado el rodaje de su segunda temporada, narra la lucha mortal, primero, contra una familia gitana a la que echan del centro de Madrid, y luego contra una organización fascista. Pero hay mucho más, como el director Enrique Urbizu resalta. Es que no es muchas cosas y es un montón de cosas. No es un thriller, un policíaco o un relato de misterio. Es un melodrama con forma de serial de tíos y tías duras que nos permite saltar de género en género sin complejos. Y para lograrlo cuenta con un reparto sin fisuras en el que también brillan José Manuel Poga, Antonio Dechent, la coreógrafa Yolanda Torosio, la niña Sofía Oria o Elisabet Gelabert: Llevo muchos años trabajando con la directora de casting Rosa Esteve – continúa Urbizu– y nos entendemos a la perfección. Ella sabe el reparto que me va a hacer falta y también que me encanta descubrir caras nuevas. Sofía [la Blancanieves niña de la película de Pablo Berger] es increíble, y el torero Óscar Higares tiene una escena en la segunda temporada, con un monólogo bestial que recita con la cara destrozada, que va a dejar a todo el mundo de piedra. El trabajo con los actores ha sido siempre una de las debilidades del cineasta. Se lo digo continuamente a mis alumnos de la Escuela de Cine de Madrid: si tenéis miedo o vergüenza a decir a los intérpretes lo que tienen que hacer, es mejor que os dediquéis a otra cosa porque no hay películas buenas si están mal interpretadas. Pueden estar mal rodadas o escritas, pero