IMPARABLES
Reunimos, como cada año, y van 26 ediciones, a los nuevos rostros del cine español. No están todos los que son. Hay bastantes más. Pero todos los que están han dejado el banquillo para saltar a primera división. Son presente y apuesta de futuro. Y, en su
La benjamina tiene 18 años; otros rondan la treintena y algunos la rebasan. Los hay que se han fogueado con directores casi tanto o más debutantes que ellos, y los que han sido arropados por las expertas manos de cineastas y compañeros de reparto oscarizados. Unos llegan a nuestra producción con patente jet lag y muchas ganas de reencontrarse con los suyos (es el caso de Jaime Lorente, tras 36 horas de vuelo desde Tailandia, donde ha pasado un tiempo grabando parte de la tercera entrega de
La casa de papel) y otros con la emoción y los nervios de participar en un clásico.
EL HILO INVISIBLE
Un reportaje icónico de FOTOGRAMAS por el que han desfilado, desde principios de los 90, nombres que hoy están en el top del star system patrio y con los que algunos de sus actuales protagonistas ya han compartido cartel esta temporada: Eduard Fernández, el padre de Sara Sálamo –la primera en llegar a nuestro plató y otearlo todo– en la ficción de Asghar Farhadi Todos lo saben, y ‘tío’ de Carla Campra –que se muestra declarada ‘penelopista’ tras conocer en la distancia corta a su madre Cruz en el mismo film, en cuyo elenco también figura Jaime Lorente–; o Najwa Nimri, la otra mitad del deslumbrante protagónico en Quién te cantará de Eva Llorach, que no oculta que uno de sus deseos cumplidos era formar parte de nuestro tradicional Relevo, antes de deleitarnos con su inexplorada comicidad ante nuestro fotógrafo. O Alexandra Jiménez, líder del grupo de amigos en fase de extinción de otro de nuestros participantes, Bruno Sevilla, en una de las pequeñas grandes historias del año, Las distancias.
Un hilo invisible entre generaciones recorre y alienta una jornada de trabajo que empieza con indisimulada satisfacción: la de sentirse entre los elegidos de un casting para el que no han hecho más prueba que su incipiente recorrido. En nuestro plató de luz natural se cruzaron enseguida las confidencias, los intercambios de experiencias, arriesgadas (como los preparativos de Ana Rujas para ser Sofía, la escort de lujo con el nombre de Diana tatuado en su pierna) y confortables (la calidez de la maternal Belén Rueda con su hija en la ficción de El pacto Mireia Oriol), las agendas, los planes personales y los proyectos profesionales. Ellos son, un año más, nuestra apuesta de futuro. Fichen sus caras y sus nombres porque el audiovisual español no puede permitirse prescindir de ellos.