Fotogramas

Iciar Bollaín, por Yuli.

‘Yuli’. La vida del genial bailarín cubano Carlos Acosta, apodado ‘Yuli’ (que se interpreta a sí mismo) llega al cine basada en su autobiogra­fía, con su desgarrado­ra soledad, su lucha contra un destino brillante y el asfixiante tesón de su padre. La direc

- DE QUÉ VA: Por Sonia Guijarro.

Un niño de los suburbios de La Habana, que pasa su tiempo entre peleas callejeras y batallas de break dance se convierte en la estrella internacio­nal de los mejores ballets del mundo gracias a sus aptitudes y al empeño de su padre.

Desde la miseria. ¿Se puede ser brillante en aquello que odias y triunfar en contra de tu voluntad? La respuesta es sí, si tienes un padre con la fuerza y la visión de futuro que tenía el padre de Carlos Acosta, un camionero casi analfabeto que supo ver más allá de la miseria y luchar por apartar a su hijo de la calle. Conocí la historia de Carlos porque le encargaron a Paul Laverty (su pareja y padre de sus hijos) hacer el guión sobre su vida. Ya lo había intentado en otra ocasión, llevar su vida al cine, pero aquella vez no prosperó. Icíar Bollaín ha conseguido que Carlos Acosta lo dejase todo en sus manos. A sus 45 años, esta superfigur­a mundial del ballet que interpretó al primer Romeo negro de la historia de la danza y que ha viajado por todo el mundo como artista invitado es un hombre muy ocupado. Dirige su compañía en La Habana, y vive a medio camino entre Cuba y el Reino Unido, donde viven su mujer y sus tres hijas pequeñas. Paul y yo nos leímos su libro autobiográ­fico, No mires atrás, y nos pareció fascinante, por el desarraigo que destilan sus páginas, por la presión que ejercía sobre él su padre, por su empeño en tener una vida normal y no explotar su talento. La película se estructura en varias coreografí­as contemporá­neas que correspond­en a diferentes momentos vitales de Yuli (sobrenombr­e que le puso su padre en referencia a un dios guerrero africano). Un trabajo complicado porque teníamos que tras-

ladarnos de época constantem­ente, con un Yuli pequeño que da sus primeros pasos en la danza y que gana todos los concursos callejeros de break dance; otro Yuli en la madurez recorriend­o los principale­s teatros del mundo, y el Yuli actual, que se asoma con agradecimi­ento a lo que fue su vida anterior.

La inspiració­n. Bollaín se inspiró en grandes films de danza, sobre todo en All That Jazz (1979) de Bob Fosse, porque es un director coreógrafo y es de esas películas que vuelves a ver mil veces y siempre te aportan algo. Revisé también a Saura, por supuesto, sobre todo la trilogía de Gades (Bodas de sangre, Carmen y El amor brujo)… y descubrí que hay películas de ballet como Billy Elliot (Stephen Daldry, 2000) o Cisne negro (Darren Aronofsky, 2010) que apenas tienen baile. La mía es una historia sobre un bailarín y quería reflejar la belleza del baile. Pero es una película para el público, una historia humana rica pero no densa, y no una película de danza.

Sin pudor. Yo no tengo ningún pudor en que mis actores se emocionen, lloren… Estoy fascinada con películas de directoras jóvenes como Celia Rico y su Viaje al cuarto de una madre, una historia preciosa que cuenta Lorem ipsum algo dolor muy sit íntimo. Las mujeres tenemos amet, consectetu­er una sen

adipiscing elit, sed diam sibilidad especial para narrar. Es un

nonummy nibh euismod honor formar parte del tejido tincidunt cultural ut laoreet a través de nuestro cine. dolore Para magna narrar aliquam

erat volutpat. Ut wisi enim baile en cámara tuve que encontrar el equilibrio combinando planos cortos más teatrales con largos que dejaran ver la belleza del movimiento. Yo decidí situar la cámara donde nunca está el espectador, en el escenario.

Familia de esclavos. Durante las charlas que mantuviero­n Paul Laverty, Icíar Bollaín y Acosta salieron a relucir notas biográfica­s que no aparecen en el libro. Resulta que el apellido Acosta procede de una plantación de esclavos de donde venían sus antepasado­s. Paul se emocionó al descubrir que el bisnieto de un esclavo había acabado bailando en el corazón del Imperio británico, en el Royal Ballet, y que no dejaba de ser una gran paradoja digna de un guión a la altura. Su padre le recordaba constantem­ente que él era un negro, un guerrero, y que debía luchar por darle a los negros su sitio. A la altura de las coreografí­as interpreta­das por los bailarines de la compañía de Acosta, están la fotografía de Álex Catalán ( Loving Pablo, 2017) y su fiel retrato de una luminosa y maternal Cuba; así como la banda sonora, de Alberto Iglesias, que ya trabajó con Bollaín en Te doy mis ojos (2003) y en También la lluvia (2010). En cuanto llegó a mis manos el proyecto pensé que estaba hecho a la medida de Alberto, porque él empezó en el Ballet Nacional con Duato.

ESTRENO: 14 DICIEMBRE Yuli (España, Cuba, Reino Unido, Alemania, 2018, 109 min.). DRAMA.

 ??  ?? Carlos Acosta, con uno de los bailarines de su compañía.
Carlos Acosta, con uno de los bailarines de su compañía.
 ??  ?? El actor Edilson Manuel Olbera interpreta a Yuli niño.
El actor Edilson Manuel Olbera interpreta a Yuli niño.
 ??  ?? Icíar Bollaín conCarlos Acosta y el equipo.
Icíar Bollaín conCarlos Acosta y el equipo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain