EL TESORO CINÉFILO DEL LAGO DE LA PLATA
√ ¿Cómo era ese adjetivo tan Gonzalo Suárez que utilizaba usted en sus años de Tuset Street? Ditirámbico. Podría aplicarse a las críticas que se han referido a la pedante Lo que esconde Silver Lake como una obra maestra. Son los mismos que creen que la Roma de Cuarón ha inventado la sopa de ajo.
El diablo viste de Gangsta (Valladolid). √ Como si se tratara de un alumno aplicado del David Lynch de Mulholland Drive, David Robert Mitchell nos lleva a un Los Ángeles de colores irreales y atmósfera fantástica en Lo que esconde Silver Lake. Fascinación, esa es la palabra para definir esta reescritura de la serie negra.
Joan M. Ros (vía e-mail). √ Lo que esconde Silver Lake consigue evitar los lugares comunes de cierta serie negra estilosa y posmoderna, y los tics de ese cine moderno y hipster que son solo fachada y vacuidad. Un deslumbrante paseo por una ciudad fantasmal llena de luces y sombras. Lo de Andrew Garfield es de Oscar.
Gabriela F. Martín (vía Facebook).
CONTESTA MR. BELVEDERE
Confieso que si el film de D. R. Mitchell durara tres horas más, no supondría ningún problema para este quien les contesta (sobre el aguante de mi vejiga no podría ser tan rotundo). Me fascina (sí, señor Ros, esa es la palabra) esta especie de
El gran Lebowski que recrea escenas de películas inacabadas con un tono mortuorio que recuerda inequívocamente (música incluida) a Vértigo.