CINCO FLASHES EN CINCO FRASES
Aunque parezca que, en cuestiones de cine, DC siempre vaya a remolque de la exitosa maquinaria Marvel, Aquaman cumple con lo que se espera de una película dedicada a un superhéroe que tampoco da demasiado de sí. Con una estructura que copia la de Thor, Black Panther y Guardianes de la galaxia, al menos no se toma en serio, abraza el disparate conscientemente y nos regala perlas como los liftings digitales de Nicole Kidman y Temuera Morrison.
El net Cirera (Badalona).
¡Qué realmente complicado en su sencillez es mostrar la realidad! ¿No cree usted lo mismo Mr. Belvedere? Koreeda es uno de esos privilegiados en haber heredado el don de autores como su compatriota Yasujirô Ozu o ese Vittorio De Sica cada vez más presente (en espíritu) en las pantallas. Un asunto de familia es la vida misma, los sentimientos, las miradas, esa infancia desvalida digna del más íntimo François Truffaut. ¿Una obra maestra, estimado Belve?
Aurora Sanchís (vía e-mail).
Hasta la fecha, la cosa esta de los Transformers no me decía nada, más allá de proporcionarme dolorosas jaquecas al verlas en la gran pantalla, o al intentar comprender las tramas de sus películas (por otra parte, muy sexistas). En cambio (¡oh, sorpresa!) Bumblebee me ha parecido un entretenimiento con cara y ojos, con pocos robots, con ese toque a E.T. o Juegos de guerra. Ese cine de la Amblin de los 80 que no trataba al público como imbéciles (lo que hace Michael Bay).
Enric Casamitjana (vía Facebook).
No es Atardecer una mala película, y su descripción de lo que llevó a Europa a una Primera Guerra Mundial, y a unas diferencias sociales que hasta hoy en día nos azotan, tiene verdad y fuerza. El problema reside en que el director vuelva a utilizar el mismo estilo visual asfixiante de su protagonista que en la anterior El hijo de Saúl. No es lo mismo sobrellevar eso durante 90 minutos que durante dos horas y media. Y un ensimismamiento respecto a los bonitos decorados hace que el propio autor se pierda más que la protagonista.
Koldo Casas (vía e-mail).
¿No tenía que haberse estrenado Cambio de reinas hace ya más de medio año? Se lo comento, Mr. Belvedere, porque la vi en abril en el Festival de Cine de Barcelona, y se anunciaba su inminente estreno. Quizá entonces habría corrido mejor suerte porque competir en la cartelera con La favorita condena a esta pequeñez cotilla francesa de época a ser una peliculita con más vocación de programa del corazón que histórica. Nada que series como Versalles no nos hayan enseñado mejor que aquí.