7 EL FINAL DE TODOS LOS FINALES
Aunque todos evitan la palabra, es la sombra que envuelve esta película. Yo la estoy evitando hasta que se estrene, asegura Driver, demasiado ocupado con trabajarse la carrera al Oscar gracias a su papelón en Historia de un matrimonio (N. Baumbach, 2019). Joonas Suotamo, el humano bajo los rizos de Chewbacca, dio su discurso de despedida con su disfraz completo y con su hijo de 14 meses en brazos. J.J. siempre ponía esta música increíble de despedida para hacernos cantar y bailar, rememora Daniels mezclando su final y el de C-3PO. Daisy dijo adiós el mismo día que se despidieron Boyega, Naomi o Joonas, y lo único que recuerda son las lágrimas. Su compañero de aventuras galáctico fue mucho más práctico: No tendrían ni que haberme pagado nada con todo lo que me agencié del set, admite pillín Boyega tras confesar que se llevó enterita su indumentaria tanto del Episodio VII como la de El ascenso de Skywalker. El productor Callum Greene me dio una botella de whiskey de 1976, el año del rodaje del primer Star Wars. Todavía no la he abierto, afirma un emocionado Billy Dee Williams.
SER MECÁNICO
El libro abierto es Anthony Daniels que acaba de publicar sus memorias bajo el título I Am C-3PO. Mis recuerdos de la primera película son una pesadilla. Nunca quise el papel y ni por un nanosegundo pensé en el éxito, comparte contento ahora de su legado.