Tom Hooper, por Cats.
El musical de Andrew Lloyd Webber, un clásico de los escenarios del West End y de Broadway, llega al cine entre maullidos de polémica y asombro de la mano de un director, Tom Hooper, con un Oscar y experiencia en el género, y un reparto estelar en el que destacan Judi Dench, Ian McKellen o Taylor Swift.
Una tribu de gatos callejeros, los Jellicles, se preparan para su gran noche del año y elegir qué miembro de su clan será escogido para ascender al Heaviside Layer.
Las redes maúllan. Imaginen el estupor de Tom Hooper (Londres, 1972) cuando, la mañana del pasado 18 de julio, se conectó a Internet. Las redes sociales, esta vez sí, ardían con las reacciones de usuarios aún en shock al ver el tráiler del que más se ha hablado en los últimos tiempos. Estaba de lo más asombrado porque en ningún momento se me pasó por la cabeza que fuera polémico en absoluto, declara el director. Un avance en el que los árboles no dejaban ver el bosque. Y eso que, más que bosque, esta vez estábamos ante toda una jungla: un proyecto con un director ganador de un Oscar (El discurso del rey), con experiencia en el salto del escenario a la pantalla de montajes de prestigio (Los miserables), al timón. Un reparto en el que se juntan estrellas pop, como Taylor
Swift; leyendas de la escena británica de la talla de Sir Ian McKellen o Dame Judi Dench, o nombres como Jennifer Hudson, Idris Elba y James Corden. Y, además, basado en uno de los musicales más emblemáticos y representados, desde su estreno en 1981, de la historia del West End, Broadway y todo el mundo: 81 millones de espectadores, más de 50 países, 19 idiomas, docenas de premios… Todo eso y más es Cats, la adaptación de una colección de poemas de T. S. Eliot (El libro de los gatos habilidosos del viejo Possum) con partitura de Andrew Lloyd Webber. Pero, ese día, todo quedó a la sombra del look escogido para representar a los gatos protagonistas de la historia: con forma humana, peludos, de tamaño reducido y un vestuario creado por el diseñador español Paco Delgado. Fue muy entretenido, recuerda relajado el cineasta. Por lo que parece, fuimos trending topic en todo el mundo durante un buen rato.
Recuerdos de infancia. El primer día que entré en el set y me topé con una mesa de cocina que era dos veces mayor que yo, nos cuenta Hooper, fue como volver a ser un niño. Esos escenarios a escala gatuna me permitían, de alguna manera, verlo todo desde la mirada de un crío. De repente tenía otra vez 10 años, en un mundo que no estaba hecho a mi medida. Y es curioso, porque esa era la edad que tenía cuando, en 1982, vi el musical por primera vez. Así que de alguna manera es como si este film homenajeara a mi yo de 10 años, al Tom que se enamoró de la música y que no paraba de poner una y otra vez el casete en casa o el coche. Pero es que
TODAS LAS CANCIONES SE CANTAN EN VIVO. CON LOS MISERABLES YA VIMOS QUE SE PODÍA HACER”. Tom Hooper, director.
la cosa va más allá, sigue el director. Recuerdo ver a Ian McKellen interpretar a Coriolanus en el Olivier Theatre cuando yo tenía 11 años. He querido trabajar con él desde siempre. Y lo mismo con Judi Dench, a la que damos el papel del viejo Deuteronomio, con lo que ahora la tribu de gatos protagonistas es un matriarcado. De alguna manera, ha sido cumplir un sueño. Vuelve a tocarla, Tom. Los ya citados Idris Elba, Taylor Swift, Jennifer Hudson (en el rol de Grizabella, la intérprete de
Memories, el tema más conocido del musical que, explica la actriz, canté 38 veces seguidas durante dos días de rodaje), además de Rebel Wilson, Ray Winstone, el cantante Jason Derulo o Francesca Hayward, la bailarina principal del Royal Ballet en su debut en el cine, completan el reparto principal de un film que cuenta con guion de Lee Hall (Billy Elliot, Rocketman) con el que Hooper se quita un peso de encima. Al terminar Los miserables (2012), pensé que sería una lástima no volver a dirigir nunca otro musical. El primero no podía ser el último. Y la fortuna quiso que el propio Andrew Lloyd Webber preguntara a Debra Hayward, una de las productoras, sobre cuál de sus obras adaptaría, y que Steven Spielberg tuviera un acuerdo con Universal cuando, en los años 90, compró los derechos de la adaptación. Fue un cúmulo de casualidades que nos permitieron sacar Cats adelante. Un proyecto en el que el propio Lloyd Webber firma un nuevo tema junto a Taylor Swift –Beautiful Ghosts, nominado a Mejor Canción Original en los Globos de Oro–, y con el que Hooper vuelve a usar la técnica de grabación que ya probara en su primera aventura en el género: Todas las canciones se cantan en vivo. Con Los miserables ya probamos que se podía rodar un musical de otra forma, con los actores cantando en directo, grabándolos en sonido directo, y a la vez bailando. Eso da a los actores una sensación de inmediatez y libertad muy distinta… Como la que tienen los gatos. Puedes pensar que eres el dueño de uno, pero no te equivoques: es siempre al revés.