Natalia Tena, por Te quiero, imbécil.
Vive en un barco en el Canal de Londres, toca el acordeón y rueda por todo el mundo despojada de vanidad. Todo muy normal. Este mes, la actriz británica Natalia Tena se convierte en cómplice de Quim Gutiérrez en la comedia romántica ‘Te quiero, imbécil’.
Cuando supo que Quim Gutiérrez era el elegido para darle la réplica a su personaje se relajó. Una confidencia que cuesta creer teniendo en cuenta que a quien tenemos enfrente es un torbellino que piensa en inglés, pero habla (mucho and very fast) en perfecto castellano. Natalia Tena, la actriz inglesa de padres españoles curtida en el Hogwarts de Harry Potter como la bruja buena Nymphadora Tonks, víctima del desarraigo en su papel de Osha en Juego de Tronos y que tuvo que afrontar, entre otras, la crisis de una historia de amor a distancia con David Verdaguer, separada por 10.000 km (Goya a la Mejor Dirección Novel –Carlos Marqués-Marcet– en 2015) se estrena ahora con una mujer en la dirección, Laura Mañá ( La vida empieza hoy, 2010). Ella me llamó, no había recibido ninguna recomendación, simplemente me vio y quiso que yo fuera la protagonista de Te quiero, imbécil.
Me hizo reír en esa llamada, y supe que quería trabajar con ella. Además es la primera mujer directora en mi carrera. Mi personaje tiene mucho de Laura, yo la copiaba todo el rato. Es pura energía, mucho amor, y nunca se ahoga con los problemas, siempre tira para delante con una sonrisa. Al fin y al cabo, actuar es un juego y ella me ha recordado que hay que pasárselo bien trabajando.
La vida loca. Natalia, su acordeón (es música y vocalista del grupo Molotov Jukebox) y su perrita Mimosa dejaron el barco en el que vive (sí, vive en un barco anclado en el Canal de Londres con su novio escultor) y pusieron rumbo a Pamplona para este rodaje. El personaje de Raquel me ha ayudado a ser mejor persona. Es extraño, pero todo sucede por algo, y ocurre en el momento preciso. Ahora mismo no podría ser aquella Raquel, he cambiado, pero cuando lo hice era porque ese papel me estaba esperando. No sé explicarlo, me muevo por sensaciones. La vida conmigo es muy loca. Soy disléxica, pero a cambio tengo una memoria estupenda para aprenderme los guiones. Tienes un problema, y la vida te compensa con una virtud. Aunque es verdad que me cuesta el triple pensar en español que en inglés (menos mal que mi última película, Baby, de Juanma Bajo Ulloa, no tiene diálogos). En parte es culpa mía porque tengo complejo y siempre que me proponen algo en español creo que no voy a ser capaz de defenderlo como merece. Una obsesión que la lleva a castigarse cada vez que estrena: No me gusta verme, nunca me he gustado. Antes iba a la premier después de haberme tomado unos vinos. Ahora me veo con el objetivo de aprender de mis errores. Eso sí, procuro hacerlo sola porque lo paso fatal, es como si viera una película de terror. Si hubiera aceptado aquella beca que me ofrecieron en Australia para estudiar Psicología (y que no aceptó por amor) quizá encontraría una explicación a este fenómeno. ESTRENO: 24 ENERO
“NO ME GUSTA VERME EN PANTALLA. CUANDO LO HAGO ES CON EL OBJETIVO DE APRENDER DE MIS ERRORES. ESO SÍ, PROCURO HACERLO SOLA PORQUE LO PASO FATAL, ES COMO SI VIERA UNA PELÍCULA DE TERROR”.