Nicolas Pariser, por El alcalde y la filósofa.
‘Los consejos de Alice’. El director francés Nicolas Pariser compone una chispeante comedia protagonizada por el veterano Fabrice Luchini y la joven Anaïs Demoustier en la que se contrastan ideas filosóficas y políticas.
El alcalde de la ciudad de Lyon está en crisis; siente que se le han acabado las ideas. Por eso contrata a una joven licenciada en Filosofía para que le ayude a encontrar un nuevo espíritu.
Político sin ideas. Nicolas Pariser (París, 1974) quería trabajar con Fabrice Luchini. Sabía que el actor no solía aceptar encargos de directores noveles, así que hizo una primera película, El gran juego (protagonizada por Melvil Poupaud y otro actor histórico como André Dussollier), esperó y escribió un papel en su siguiente proyecto específicamente diseñado para Fabrice Luchini. Afortunadamente el actor dijo que sí y así surgió Los consejos de Alice, un film en el que Pariser quería mezclar dos tipos de personaje: Uno maduro que tuviera poder en algún ámbito y una joven preparada, pero un tanto desorientada sobre lo que hacer en la vida. Así nacieron Paul Théranau (Luchini), político con aspiraciones de liderar el Partido Socialista a nivel nacional mientras es alcalde de Lyon, y Alice (Anaïs Demoustier), que se acaba de incorporar a su plantilla después de estudiar Filosofía en la Universidad de Oxford. Su función al principio no está clara, aunque poco a poco vamos dándonos cuenta del verdadero problema: Théranau siente que se le ha agotado el ingenio, y el trabajo de Alice será proporcionárselo.
Un cuento moral. Es cierto que el cine francés cuenta con una larga tradición a la hora de confrontar distintas posiciones o pensamientos a través de los diálogos, cuenta el director. También estamos acostumbrados a hablar de política, literatura o filosofía en las películas y hacerlo de manera ligera y entretenida. ¿En España eso no pasa?, pregunta Pariser. En este sentido, Los consejos de Alice podría ser perfectamente un cuento moral de Éric Rohmer en el que se habla de ambición, de poder y del choque generacional entre los nuevos y los viejos conceptos. El director eligió la ciudad de Lyon para ambientar la película porque quería alejar la acción de la capital. Buscaba que el protagonista se sintiera como un rey en su reino, con su corte alrededor, como si estuviera en su propio Versalles. Y todo el mundo sabe que en París el rey es el presidente de la República, no el alcalde. Aunque Pariser asegura que todos los personajes son fruto de su imaginación, resulta inevitable comparar a Théranau con Gérard Collomb, el actual alcalde de la ciudad que abandonó el Partido Socialista para unirse al Gobierno de Emmanuel Macron. Efectivamente, él pensó que queríamos hacer un biopic encubierto sobre él y se enfadó, porque lo identificábamos con un hombre que ya no tenía ideas y que además era un poco narcisista, continúa riendo.
En realidad, debería estar contento de que su álter ego cinematográfico fuera Fabrice Luchini, ¿no?
ESTRENO: 17 ENERO