BÁRBARA LENNIE

Catorce años después de que nos presentara La bicicleta de Sigfrid Monleón, que coincidía con el fin de rodaje de

Mujeres en el parque de Felipe Vega, queremos saber qué queda de aquella Bárbara Lennie que apenas tenía 22 años.

Viendo el Fotomatón que hice en julio de 2006, del que me acuerdo perfectamente, recuerdo la sesión fotográfica como si fuera ayer, lo primero que he pensado es: ¡qué pequeña por favor!

En aquellos comienzos aseguraba que no había conseguido convencerse de que ya era actriz, que aún estaba en ello. ¿Cómo va ese proceso de autoafirmación?

El proceso va estupendamente, precisamente porque continúa la búsqueda.

Necesitaba la interpretación, y eso, sin duda, ya lo tiene. Pero le sobraban ganas. ¿Las ha gastado todas?

Las ganas han cambiado, no son las mismas, pero afortunadamente ahí siguen.

Con 22 años no se había planteado tirar la toalla. ¿Qué ha pasado 14 años después?

Que todo sigue igual. Jamás he pensado en abandonar. Lo que sí he hecho es considerar darme un respiro, un tiempo para desconectar.

¿Le siguen provocando estrés los cuestionarios?

Ya no me angustio como antes, pero tengo que reconocer que la capacidad de síntesis no es mi fuerte.

¿Algún mensaje para la Bárbara Lennie de aquel Fotomatón de 2006, aquel en el que se felicitaba por lo que había aprendido en el rodaje de Obaba a las órdenes de Montxo Armendariz y que le valió una nominación al Goya como actriz revelación?

Si pudiera volver atrás le daría muchísimo amor, y toda la confianza del mundo. Y le diría que disfrutara de la vida, que todo va a ir bien.

“A aquella Bárbara le daría mucho amor y le diría que disfrutara, que todo va a ir bien”