HÉROES DE AQUÍ
Hollywood, la meca del cine, la fábrica de sueños, el star system… ¡Por supuesto! Pero yo me siento muy orgulloso y en deuda de mi cine español.
Mi primer Goya se lo dediqué a mis dos héroes favoritos del cine español, delante y detrás de la cámara: Tony Leblanc y Luis García Berlanga. Tuve la suerte, tras admirarlos, de trabajar con ellos y de que esa noche estuviesen allí. Pero mis influencias, mis respetos y mi inmensa gratitud tienen que ser repartidas entre muchos más, aunque quisiera centrarme en los que ya no están. Gente a la que uno pretendía emular y que, con su obra y su labor, te motivaban.
Los cómicos todoterreno. José Luis López Vázquez y Alfredo Landa, con registros que abarcaban de la comedia al drama ejecutados con una humanidad que traspasaba la pantalla.
Los galanes con retranca. Mi adorado
Juan Luis Galiardo, Sancho Gracia (inolvidable Jarabo) y Arturo Fernández supieron madurar y seguir triunfando dándole una vuelta a sus carreras.
Las cómicas infalibles. Rafaela Aparicio, Rosa Maria Sardà y Gracita Morales eran mucho más que cómicas, pero su vis era tan arrolladora que no tuvieron fácil demostrarlo.
Los grandes directores de comedia. Manuel Summers (también humorista gráfico y actor), José María Forqué ( Atraco a las tres podría ser una de las cinco mejores comedias españolas de la historia) y Pedro Lazaga.
El genio. Luis Buñuel. Los olvidados me golpeó violentamente y aunque fue El verdugo la que me mostró el camino
(¿se puede uno reír de cosas tan tristes? ¿Puede ser tremendamente divertido algo tan ácido y negro?), Los olvidados (y más tarde Viridiana que vi posteriormente) me dejó tan marcado como todo el neorrealismo italiano.
El multifacético. Fernando Fernán Gómez, actor, director, guionista, novelista y como su amigo, Paco Rabal, fuente de anécdotas continua.
El virtuoso. Francisco Rabal. La única vez que coincidimos le dije que sus Azarías de Los santos inocentes, Gines Giménez Valera (de Truhanes) y Juncal (de la serie homónima) eran tres joyas de la interpretación mundial. Su mujer Asunción, que estaba al lado, dijo: Justo los tres papeles de los que más orgulloso se siente Paco. Como para no estarlo.
Acabo de empezar y se me han acabado los caracteres… (Nota mental: la próxima vez que me hagan editor invitado tengo que conseguir bastante más espacio para esta sección).