La cripta embrujada
NORMAL NORMAN
Uno de los grandes aciertos de la moda del slasher de los años 80 fue resucitar a Norman Bates. Ante el horror de los mismos cinéfilos que dos décadas antes habían detestado la película original, considerándola una broma de mal gusto, moralmente reprensible y cinematográficamente vacua, pero que ya entonces la habían elevado al Olimpo de las obras maestras para dejar caer su furia sobre el cine de sangre y tripas del momento, y sin contar con el beneplácito de Robert Bloch, quien creó su propia serie de secuelas literarias, Universal sacó del manicomio al primer psychokiller del cine de terror stricto sensu (con permiso de Fritz Lang), y nos regaló una de las franquicias más divertidas del género.
Ninguna de las tres nuevas películas de la saga, incluyendo la televisiva cuarta entrega, carece de virtudes, y aunque es tradicional considerar Psicosis II (1983), del australiano Richard Franklin, la mejor, personalmente encuentro que el debut en la dirección del asesino, es decir, del mismísimo Tony Perkins, con Psicosis III (1986), que acaba de reeditar Divisa en Blu-ray, nos dejó la más excéntrica y sorprendente secuela. Más cerca quizá del Ken Russell que le había dirigido dos años antes en la maravillosa La pasión de China Blue (1984) que de Hitchcock, aunque sin dejar de hacerle ingeniosos guiños y homenajes, Perkins llenó su película de simbología religiosa católica, colorido tenebrista, humor negro y erotismo perturbador y perturbado, consiguiendo la versión más filogay del personaje, una extravaganza frívola y camp inevitablemente encantadora. Eso sí: solo para cinéfagos sociópatas sin prejuicios.