Gemma Arterton, por En busca de Summerland.
Presentada internacionalmente como chica Bond de destino fatal en ‘Quantum of Solace’, Gemma Arterton ha logrado encontrar el balance en su carrera compaginando grandes escaparates comerciales con proyectos personales como ‘En busca de Summerland’, evocad
Considerada por muchos como un simple enlace entre las dos brillantes películas de Daniel Craig como el agente con 007, si algo ha perdurado en el imaginario colectivo sobre Quantum of Solace (Marc Forster, 2008) es Strawberry Fields, la chica Bond secundaria, siempre condenada a morir, encarnada en aquella ocasión por una joven desconocida llamada Gemma Arterton (Gravesend, Reino Unido, 1986). Más allá del oleoso guiño de su muerte a James Bond contra Goldfinger
(Guy Hamilton, 1964), la actriz logró nuestra atención en cada uno de los planos en los que aparecía en pantalla, algo que ya había comprobado el público británico ese mismo año en Tess de los d’Urberville (David Blair, 2008), miniserie de la BBC con la que se convirtió en la versión definitiva del personaje de Thomas Hardy.
Aquel año fue una locura, recuerda la actriz al rememorar su agitado 2008. Acababa de dejar la escuela y comencé a trabajar inmediatamente en un montón de proyectos que, además, eran muy diferentes. Tess fue mi gran oportunidad interpretativa y la experiencia con Bond fue el modo de descubrir esa faceta comercial, las giras internacionales, la prensa… Fue todo muy rápido. Por si todo esto no fuese suficiente, en las mismas fechas estrenó la serie
Persiguiendo a Jane Austen y trabajó junto a Gerard Butler a la órdenes de Guy Ritchie en RocknRolla. En ese momento era muy joven, tenía 21 años, tampoco lo pensaba mucho, asegura. Ahora me sorprendo al mirar atrás, no sé cómo logré manejarlo todo, pero por suerte pude hacerlo.
EN BUSCA DE GEMMA
Poco más de 10 años después, Arterton ha logrado mantener su estatus de estrella internacional mientras se involucra en proyectos como En busca de Summerland, una propuesta personal escrita y dirigida por su amiga Jessica Swale. Trabajamos juntas en una obra de teatro y, después de hacerla, le pregunté si tenía algún guion de cine. Fue entonces cuando me enseñó En busca de Summerland y me enamoró al instante. En un inicio, el rol de Alice estaba pensado para una actriz mayor, así que no me vi en el papel, recuerda. Poco a poco fui armando el proyecto como productora y al pensar en la propia Jessica como directora fue ella la que insistió en que yo fuese la protagonista y volvió a escribir todo conmigo en mente. Me encanta la personalidad de la obra, la magia que flota en el ambiente.
Y es que Arterton no ha dejado nada al azar en su carrera, especialmente desde que en 2016 fundase Rebel Park, su propia productora. Me encanta hacer cosas desde cero, un intérprete suele ser el último en unirse al proyecto, pero a mí me gusta trabajar con guionistas y desarrollar ideas,
asegura. Sacar adelante una película es muy satisfactorio.
Hubo un momento en mi carrera en el que pensé que también quería ayudar a contar esas historias sin acomodarme únicamente en la interpretación y descubrí que podía ayudar desde la producción.
ENCONTRAR TU HUECO
Siendo la productora y estrella de la película, y sabiendo las guerras intestinas que surgen de no pocos rodajes, su amistad con Swale podía haberse resentido, pero, según la propia Arterton, este control sobre la obra solo ayudó a las dos amigas a hacer la película que tenían en mente. Nos conocemos bien, sé cómo trabaja y puede ser honesta conmigo, no tiene que pensar cómo me va a decir algo sino simplemente decirlo sin preocuparse porque voy a entenderlo. Así pudo prestar más atención a nuestro excelente director de fotografía, Laurie Rose, que fue quien le ayudó a encontrar el enfoque que mejoró el conjunto de la película. Se convirtió en una experiencia muy agradable mientras lograba crear una película en la que realmente creía, algo que resultó contagioso. Descubrí que hablaba con todos los miembros del equipo y les ponía al día sobre qué aportaba cada escena al conjunto de la trama para que se sintiesen realmente involucrados. Logró una energía maravillosa en el set.
Si algo llama la atención de todo este relato es la capacidad de Arterton para, con 34 años, haber logrado un respetable hueco en la industria de un modo tan directo e independiente en un mundo que, como todos, parece reservado a varones. Creo que es algo que ha ido ocurriendo así, minimiza humildemente la joven que ha sabido sanear su filmografía a lo largo de los años confiando en cineastas como Marjane Satrapi, Lone Scherfig, Chanya Button o Julie Delpy. Pero reconozco que sí que es algo que deseaba que ocurriese. Desde luego, gran parte de los proyectos en los que participo están dirigidos por mujeres y en mi productora una de las metas claras es trabajar con directoras.
EL EQUILIBRIO IMPOSIBLE
Y mientras se preocupa por lograr que realizadoras emergentes no encuentren problemas extras por el hecho de tener un nombre femenino, la estrella no deja de asegurarse un futuro de producciones hechas a medida gracias a pequeñas concesiones con forma de grandes títulos. Soy consciente de cómo funciona la industria y del negocio en el que estoy metida, ríe cuando le preguntamos por el truco para encontrar el balance al que parece haber llegado sin demasiado esfuerzo. En un mundo perfecto haría más películas pequeñas y personales, son las que siempre llaman mi atención. Por algún motivo, mi corazón señala siempre obras menos comerciales, ya sea para trabajar en ellas o como mera espectadora. Veo mucho cine independiente, pero tienes que tener en cuenta que esto también es un negocio. Por suerte, a veces disfruto mucho en este tipo de grandes producciones, acabo de hacer The King’s Man: La primera misión y ha sido absolutamente maravilloso.
Solo puedo contaros que es una historia de origen, el inicio de los Kingsman, sentencia en cuanto nota nuestra curiosidad sobre el nuevo film de Matthew Vaughn. Se ambienta durante la Primera Guerra Mundial y cuenta cómo se reunieron los
Kingsman originales. Ralph Fiennes es el protagonista y yo soy la niñera de su hijo, pero también soy una espía, así que ocurren cosas muy divertidas. Tras el éxito de las elegantes y gamberras Kingsman: Servicio secreto (2014) y Kingsman: El círculo de oro (2017), ahora toca mirar al pasado: Al ocurrir durante la Primera Guerra Mundial, la película recrea algunos momentos. Tiene un trasfondo algo más denso, pero mantiene la acción disparatada y alucinante de las anteriores. Es uno de esos blockbusters que disfrutas haciendo.
PASIÓN CONTAGIOSA
A estas alturas de la entrevista, parece que hemos encontrado la clave para entender cómo ha conseguido encontrar el complejo balance que a estrellas de mayor nombre se les ha escapado tras años de carrera. A Arterton le importa su trabajo y, si ha decidido involucrarse de este modo y cuidar cada aspecto del proceso creativo –impresionantes sus conocimientos sobre directores de fotografía–, es porque su preocupación es legítima y, lo que es más importante, su pasión por el medio es desbordante. Esto vuelve a salir a flote cuando, deseosos de indagar en algunas de las aventuras en las que se ha embarcado, le preguntamos por su etapa bajo las órdenes de Neil Jordan en la siempre infravalorada Byzantium (2012), momento en el que la actriz agudiza el tono y la velocidad de su respuesta, como si de una emocionada fan se tratase. Adoro el cine de Neil, algunas de mis películas favoritas son sus primeras obras, como Danny Boy (Angel), Juego de lágrimas o En compañía de lobos. Y aquella de la sirena, Ondine: La leyenda del mar, es una preciosidad. Rodar Byzantium fue una experiencia extraordinaria y eso que fue difícil, había mucha acción. Saoirse Ronan y yo logramos tener una relación muy cercana, me encantó todo el proceso. Neil estaba en su mundo, con vampiros, gore, sangre y todo eso que es lo que le encanta junto a un gran relato épico, así que fue estupendo trabajar en un proyecto así, rodeada de intérpretes maravillosos, con un director de fotografía genial, Sean Bobbitt, que rueda junto a Steve McQueen. Todo lo que recuerdo es maravilloso.
A Gemma le apasiona su trabajo, y a nosotros también.
ESTRENO: 31 JULIO
“EN UN MUNDO PERFECTO, HARÍA MÁS PELÍCULAS PEQUEÑAS Y PERSONALES”.