El bisturí teléfilo
SERIES PARA EL OTOÑO
La ficción televisiva española afronta el otoño más anómalo de su historia.
Las cadenas generalistas han perdido la fe en las series para atraer grandes audiencias. TVE se ha quedado casi sola en su apuesta por la ficción en abierto, que pretende reforzar en otoño con HIT, drama escolar que será inevitablemente comparado con Merlí, y la coproducción internacional Inés del alma mía, con una magnífica Elena Rivera como la heroína de Isabel Allende. Atresmedia mantiene en la práctica invisibilidad todas sus ficciones excepto
Veneno, una máquina de hacer ruido en redes. Aunque es posible que por fin sea el turno de La valla, oportuna distopía sobre una España dictatorial tras una letal pandemia. Por su parte, Telecinco ha encontrado la clave de la rentabilidad en un acuerdo con Amazon Prime Video para sus estrenos. Veremos si, y cuándo, se emiten en abierto ficciones como Madres y Desaparecidos.
La vanguardia de la industria de la ficción está ahora en otro sitio. En el otoño llegarán las grandes series de los servicios de pago, con el Festival de San Sebastián como principal plataforma de lanzamiento para los títulos con más pedigrí. Allí se verán
Patria de HBO, llamada a generar controversia en su revisión del periodo final de ETA, y Antidisturbios de Movistar+, ficción de Rodrigo Sorogoyen sobre los excesos policiales. Antes de eso, en Venecia se estrenará
30 Monedas, el thriller de Álex de la Iglesia para HBO. Netflix guarda también para el otoño el drama rural
El desorden que dejas y el retrato de época Alguien tiene que morir.
La tendencia irá a más en 2021 porque más operadores internacionales se suman a producir en España: Starz ya ha encargado sus dos primeras series de ficción, sobre secuestros (Express) y la vida del actor porno Nacho Vidal.