LA FUNCIÓN VA A COMENZAR ‘Escenario 0’.
Hablamos con Bárbara Lennie e Irene Escolar sobre la audaz serie que han creado. Un híbrido entre las artes escénicas y el cine.
De la necesidad, virtud. Durante los meses de confinamiento, con las funciones de teatro suspendidas, los rodajes de cine paralizados, los actores comiéndose las uñas ante la incertidumbre y el público encerrado en casa con la televisión como principal ventana al mundo, a Bárbara Lennie e Irene Escolar se les ocurrió una idea: hacer una serie donde las artes escénicas saltaran al audiovisual. Hace tiempo que las pantallas forman parte de la dramaturgia de muchas obras y los actores, empezando por mí, pasamos del cine al teatro con facilidad. ¿Por qué no llevar el teatro a un formato más cinematográfico que se emitiera en una plataforma?,
explica Lennie. No es teatro filmado,
aclara. Son como seis películas independientes que nacen de un texto teatral adaptado a este lenguaje híbrido.
Irene Escolar lo explica así: Cada uno de los seis capítulos tiene su propio director y director de fotografía, por lo que el resultado, el universo creado es completamente diferente en todos. Es como Black Mirror, donde cada capítulo tiene su propia estética.
Los tiempos de producción se aceleraron más de lo que ellas mismas imaginaron. Preparamos una propuesta y enseguida entusiasmó a HBO. Es un formato muy inusual, pero creyeron en él, apostaron tal y como lo planteamos nosotras y nos han dado absoluta libertad para sacarlo adelante, dice la actriz. Las dos ejercen de creadoras y productoras ejecutivas de este serie de Calle Cruzada para HBO Europe, que se emitirá en decenas de países.
Sinergias creativas. El primero de los seis textos que grabaron es Hermanas, de Pascal Rambert, que interpretan ellas mismas, como ya hicieron en el teatro la temporada pasada. La dirige Diego Postigo. Es la primera que filmamos y que pudimos ver terminada. Ha sido un alivio comprobar que había quedado tal y como la habíamos imaginado, cuenta Bárbara Lennie. También han elegido Todo el tiempo del mundo, con texto de Pablo Messiez y que dirige Carlos Marques-Marcet, y Juicio a una zorra, el monólogo de Miguel del Arco interpretado por Carmen Machi, dirigida en esta versión por Clara Roquet.
Los Mariachis, originalmente de Pablo Remón, está dirigida por Lino Escalera y estará interpretada por Emilio Tomé e Israel Elejalde. Completan esta temporada (y por el momento única)
Vania, de Àlex Rigola, en manos de Carla Simón, y Mammón, que tanto en el escenario como ahora en la plataforma dirigen Nao Albet y Marcel Borràs.
Se han creado dinámicas muy bonitas en cada uno de los equipos, entre el autor del texto y el director del capítulo correspondiente. Nuestra labor era juntarlos a todos, reunir a
“EL TEATRO SIN PÚBLICO DEJA DE SER TEATRO, PERO PUEDE CONVERTIRSE EN OTRA COSA MARAVILLOSA A TRAVÉS DE LA CÁMARA”.
gente que creíamos que tenía unas sensibilidades similares y esa comunicación ha dado frutos maravillosos. Nosotras no hemos intervenido en ningún momento, hemos elegido los textos, los equipos y hemos dejado que trabajaran ellos, explica Escolar, que interviene como actriz en tres de los seis capítulos, mientras su compañera lo hace en Hermanas.
¿Han tenido alguna tentación de dirigir ellas? Ninguna, confiesan. Nos hemos sabido rodear de gente muy buena. El rodaje se llevó a cabo en apenas un mes y medio durante el verano, con solo una semana para tra
Bárbara Lennie e Irene escolar, creadoras de ‘Escenario 0’ e intérpretes de ‘Hermanas’. Íñigo Rodríguez-Claro en un ensayo de ‘Todo el tiempo del mundo’.
Carmen Machi protagoniza ‘Juicio a una zorra’. Gonzalo Cunill y Ariadna Gil en un momento del rodaje de ‘Vania’.
bajar en la reescritura del texto y otra para los ensayos. Los seis proyectos se llevaron a cabo de manera simultánea en localizaciones separadas a veces por decenas de kilómetros e involucrando a más de 250 personas a la vez. Oportunidad inesperada. Hemos sabido aprovechar un momento único. Era ahora o nunca, porque no vamos a volver a encontrar unas circunstancias similares, en la que todos estos artistas estén disponibles para reunirse en un tiempo récord. Los actores suelen estar rodando o de gira, los directores tienen sus agendas y ahora, por las circunstancias, hemos podido juntar a gente que era un sueño reunir. Creo que cuando terminemos nos vamos a sentir muy orgullosas de este trabajo.
Entre sus referentes citan Un dios salvaje, de Yasmina Reza, que Roman Polanski adaptó para el cine, y Marat/ Sade, de Peter Brook, que el dramaturgo dirigió en teatro y después en cine. Pero lo cierto es que no existen precedentes de un proyecto con este formato que ellas han ideado. Su fuerza está en unos textos maravillosos que hablan con una profundidad inmensa del ser humano. Ese es el valor del teatro, lo que hace que perdure. Con este formato se pierde la sensación del momento único e irrepetible que tiene cada función, pero se gana el poder de la cámara, que escruta la mirada y el alma de los actores hasta el fondo, dice Lennie. Yo creo que el teatro, cuando no tiene público, deja de ser teatro, pero puede convertirse en otra cosa y es maravilloso tener ese objeto tan cerca que parece que a través de ella se puede ver el alma, concluye Escolar.