CINCO FLASHES EN CINCO FRASES
Cinco largos años ha tardado en llegarnos Knight of Cups, un Terrence Malick que arrastraba malas crónicas desde que se viera en algún festival. No siendo el Malick de sus mejores y más gloriosos días (no solo del Cielo), esta suerte de confesión/reflexión en voz en off sobre el oficio de cineasta y el propio Hollywood, la convierten en el Grand Canyon del autor.
Jesús Jiménez (vía Facebook).
Todo lo que de inteligente sutileza sobre la lacra del racismo ayer y hoy en Estados Unidos, tenían las películas de Jordan Peele, Déjame salir y Nosotros, se torna burda provocación reaccionaria en la pretenciosa y muy peligrosa ideológicamente Antebellum. Si la idea era provocar una nueva guerra civil y racial, pues adelante, pero que se dejen de excusas fantastique.
Valentina Cruz (vía E-mail).
Los innumerables problemas en su génesis, rodaje, posproducción y el gafe que arrastra la franquicia mutante Marvel lejos de la Disney se notan en el resultado final de Los Nuevos Mutantes. Con todo, su ir al grano (¡una de superhéroes que no llega a los 100 minutos!) y ser una variación de Rebelión en las aulas mezclada con Pesadilla en Elm Street la hacen irremediablemente simpática.
Manuel San Román (vía Facebook).
El adiós de Rosa María Sardà le otorga un valor añadido a la muy menor Salir del ropero. Ella y Verónica Forqué, en la piel de esa entrañable pareja que deciden, a sus muchos años, liarse la manta a la cabeza y declarar su amor a los cuatro vientos de una sociedad todavía muy carca, son lo mejor de una comedia amable, sin ningún tipo de novedad en términos de realización
(no nada lejos de cualquier episodio de cualquier serie televisiva), que se deja ver pero que no volveré a ver.
Ana Ferrer (vía Facebook).
Tuve la suerte de disfrutar de la première de Un mundo normal en el pasado Festival de Málaga. Suerte es que Achero Mañas haya vuelto a la dirección con una road movie que va a contracorriente de las road movies acomodaticias. El viaje es más emocional y reflexivo que físico, y Mañas habla de muchas cosas: de la familia, del cine, de la vida.
√ No era el mundo de los cuentos de hadas algo ajeno a los intereses como autor de Matteo Garrone. Tanto El cuento de los cuentos como Dogman o incluso Gomorra eran fábulas con ogros, hadas y niños que quieren ser hombres. Consecuentemente, su Pinocho es un mágico y terrible drama social.
Juan A. Bosch (vía E-mail).. √ Me ha gustado mucho el Pinocho de Garrone. Tan fiel a la novela de Carlo Collodi como a las constantes (la imposibilidad de la humanidad en un mundo cruel) del director italiano. La fantasía como marco para el fin de la inocencia y la infancia.
Victoria Rosales (vía E-mail).). √ Con Pinocho, Garrone se queda a mitad de camino de un moral y con moraleja cuento de hadas para niños y una disección adulta sobre cómo la realidad y la fantasía no son nunca refugios seguros, y sí terrenos peligrosos
Fran Bueres (vía E-mail)
CONTESTA MR. BELVEDERE
Dos cosas sobre este excelente Pinocho de Garrone. La primera es su reconocida deuda con respecto a la mejor adaptación del relato de Collodi, la televisiva Las aventuras de Pinocho de Luigi Comencini. Y la segunda: reconciliar a Roberto Benigni (un convincente Gepetto) con él mismo tras su cursi e invisible Pinocho.