The Boys. El factor Kripke (TV).
Del éxito de a la polémica de el showrunner Eric Kripke nos lleva a través de los altibajos de su carrera ahora que arrasa con su segunda temporada.
Arriba y abajo. He vivido suficientes éxitos y fracasos como para saber que tengo que estar agradecido cuando algo funciona. Lo dice Eric Kripke (Toledo, Ohio, 1974), que ha probado el sabor de las cancelaciones (y más de una vez), pero también ha recogido los frutos de series icónicas como Sobrenatural y, ahora, The Boys, que acaba de estrenar su segunda temporada en Amazon Prime Video. El mejor trabajo que he tenido nunca, como la describe el showrunner, que está viviendo su sueño de adaptar a su ídolo Garth Ennis –autor de The Boys pero también de Preacher, entre otros cómics de culto– sin restricciones, con mucha sangre y más violencia. Quizás quede muy lejos del niño de nueve años que quería desentrañar el truco de magia de E.T., el extraterrestre (S. Spielberg, 1982) como él cuenta, pero Kripke ha encontrado su lugar en el panorama televisivo estadounidense. Aunque su carrera haya dado muchas vueltas por el camino.
Rey frustrado de la comedia. Estaba convencido de que iba a escribir comedia, recuerda Kripke sobre sus comienzos, en los que pronto se dio cuenta de que lo de hacer reír no era lo suyo. Todo lo que escribía apestaba, ríe. De pronto vio la oportunidad de hacer honor a sus pasiones como espectador –Poltergeist, Posesión infernal, Un hombre lobo americano en Londres– escribiendo en 2005 una película de terror que acabó convenciendo a Sam Raimi y se convirtió en la primera entrega de la saga Boogeyman. Él lo vivió como una auténtica epifanía:
Me di cuenta de que, cuanto más me metía en el terror y la ciencia-ficción, más me gustaba, porque te deja decir cosas políticas y subversivas, hablar de la sociedad de un modo que no podrías en otros géneros. Ahí cambió todo y nunca he vuelto a mirar atrás.
Un éxito sobrenatural. Combinando el legado de Expediente X y las novelas de Neil Gaiman, con un poco de Raimi y otro tanto del J-Horror, nació
Sobrenatural: Todo lo que me encanta junto en una serie, afirma Kripke sobre la historia de dos hermanos que persiguen fenómenos paranormales subidos en su Impala del 67. Sin embargo, y aunque cueste creerlo después de 15 temporadas y una legión de fans en todo el mundo, no fue un éxito inmediato. En los primeros tres años, todo era: ¿Qué podemos hacer para que no nos cancelen la serie? No hubo ningún momento de calma, recuerda.
No fue hasta su llegada a Netflix que el producto llegó a conectar realmente con el público. Y para entonces, alrededor de la quinta temporada, Kripke ya había hecho las maletas. Los showrunners que me siguieron pudieron disfrutar más que yo, se lamenta. Este año, la historia por fin llega a su final. ¡ Es una sensación agridulce! No he estado involucrado en el día a día de la serie durante mucho tiempo, pero había algo muy reconfortante en verla siempre en antena, sin importar cómo iba mi carrera, así que la idea de que no vaya a estar ahí nunca más es un poco terrorífica para mí.
El fin de la revolución. ¡Nadie quiere que asesinen a sus hijos! Entiéndase hijos como series y asesinato por la tan temida cancelación. No es algo que muchos puedan controlar: en una era de saturación seriéfila, es un destino más que probable. Pero algunas pérdidas marcan más que otras: Revolution,
serie de ciencia-ficción que Kripke creó junto a J.J. Abrams y Jon Favreau, solo aguantó dos temporadas. Fue la experiencia laboral más dura de mi vida. No teníamos el tiempo y dinero para hacerle justicia a la historia, y se tradujo en jornadas de 20 horas, siete días a la semana: fue devastador,
Dean y Sam Winchester (Jensen Ackles y Dean Padalecki) en una imagen de la primera temporada de ‘Sobrenatural’(2005-2020). Karl Urban, Jake Quaid, Karen Fukuhara, Tomer Capon y Laz Alonso, cinco de los protagonistas ‘The Boys’ Barry Watson y Emily Deschanel en el film ‘Boogeyman: La puerta del miedo (S. Kay, 2005). La serie ‘Revolution’ –con Billy Burke, Elizabeth Mitchell o Giancarlo Esposito– estuvo dos temporadas en antena.
reconoce Kripke, que, aunque apostaba por la serie, se quitó un peso de encima. A esa cancelación le siguió la de Timeless (ver despiece): Fue triste verla acabar, podría haber puesto cosas buenas en el mundo.
Los niños de sus ojos. Esta serie, más que cualquier otra que haya hecho antes, es la que está más cerca de mis sensibilidades, es lo que yo vería y lo que quiero crear, cuenta Kripke sobre The Boys, una sátira ultraviolenta y gore sobre política, redes sociales, celebrities, manipulación mediática y corporativismo que convierte a los superhéroes en supervillanos. Intenta ser lo más realista posible sobre qué pasaría si los superhéroes existieran realmente, no una visión idealizada como Marvel, sino personas imperfectas y jodidas que tienen poderes. Es muy peligroso darle a gente real este tipo de poder, es una receta para el desastre, explica. La serie ha acabado dando en la diana sobre muchas cosas del presente, afirma Kripke, como Donald J. Trump y esa tendencia nacionalista inherentemente egoísta. El showrunner seguirá explorando la actualidad en una ya confirmada tercera temporada. Ahí es donde están, dice, los verdaderos horrores.
LA TEMPORADA 2 DE THE BOYS PUEDE VERSE EN AMAZON PRIME VIDEO
DE ALLÍ Y TAMBIÉN DE AQUÍ
Desde que decidiera acudir como oyente a las clases de Juan Carlos Corazza en Madrid, Manolo Caro tiene una relación muy próxima con nuestro país. Aquí conoció a varios actores, ahora íntimos amigos, y muchos han intervenido en sus cinco películas y en La casa de las flores: Rossy de Palma en No sé si cortarme las uñas o dejármelas largas (2013), Amor de mis amores (2014); Carlos Bardem en Elvira (2014); o Paz Vega en La vida inmoral de una pareja ideal (2016). Siempre me he sentido muy querido aquí, reconoce.
(Ghostland),
ESTRENO: 1 OCTUBRE EN SUNDANCE TV.