COURTROOM 3H.
Testimonios reales escuchados en el Tribunal de Familia de Tallahasee (Florida), especializado en casos que implican a menores, y cuyo objetivo es la reunificación de las familias en conflicto.
Privilegio. Acceso exclusivo con cámaras a la sala de una corte de menores norteamericana única. Ese es el privilegio que nos ofrece este documental con el que el español afincado en Florida, Antonio Méndez Esparza, debuta en la no ficción tras La vida y nada más (2017) y Aquí y allá (2012). La película no nace para objetivar a esas personas anónimas; al contrario, pretende dotar a la maquinaria institucional de un alma -explica Esparza, testigo privilegiado de las interioridades de ese juzgado de menores-. Ha sido un milagro poder llevarla a cabo; por momentos casi nos sentíamos un espectador más en la Corte del Tribunal de Familia Unificado de Tallahasee.
Las palabras del activista afroamericano James Baldwin son la fuente de su inspiración: Si deseas realmente saber cómo se administra la justicia en un país debes acercarte al desprotegido y escuchar su testimonio.
Espejo. Tras pasar por la competición de la 68 edición del Festival de San Sebastián, Courtroom 3H se pone al servicio del espectador mostrando la realidad de uno de los escasos tribunales de Estados Unidos que trabaja por la rehabilitación y reunificación de las familias: En esencia, a través de los casos y las dinámicas que mostramos se pueden percibir los problemas actuales de nuestra sociedad y cómo la Corte lidia con ellos.