Musical.
Crítica pág 15.
ble y cristalina. Tanto como la extremada fotografía de Javier Agirre, puerta de entrada al disfraz que la cinta usa para envolver su crítico mensaje: un delirante cuento de terror, conectado estéticamente a las últimas aportaciones al género, en el que lo más perturbador es siempre el horror cotidiano. Una tragedia tan real que asusta y sin ninguna puerta abierta a un hechizo que nos salve.
Lo mejor: el duelo entre Amaia Aberasturi y Àlex Brendemühl. Lo peor: no acaba de atreverse a darlo todo en su conclusión. . lejos de acercar un rincón de
Euskadi a la capital, divide de nuevo a la población en dos, literal y figuradamente.
Patricia López Arnaiz brilla en su feroz lucha para recuperar el diálogo con una joven a la que, no sabe muy bien cómo, ya ha perdido. La incapacidad de ambas por hacerse entender llega hasta el espectador sin necesidad de que el tren pase por la escindida localidad pero, aún disfrutando de las deliciosamente niponas formas del cine vasco contemporáneo -y teniendo en cuenta la fugaz aparición de figuras tan magnéticas como Luis Callejo y Fernando Albizu- es difícil no terminar esperando de Ane algo más de todo lo bueno de, sin duda, ofrece.
Lo mejor: Patricia López Arnaiz, responsable absoluta de la trama.
Lo peor: la sucinta propuesta narrativa se queda corta.