Documental.
ibérica, 2,4 millones de hectáreas, es menos espectacular que un gran río, o que todo el norte de la peninsula. Y sin embargo, ahí siguen los hallazgos visuales y narrativos, pero también la denuncia del deterioro de un habitat que conoció mejores tiempos. Y no le falta nada, ni siquiera secuencias espectaculares, marca de la casa: atención al combate entre dos linces, con los cachorros por el medio. Estremecedor.
Lo mejor: la franciscana paciencia que dio lugar a sus imágenes.
Lo peor: una voz en off ciertamente mejorable.
ESTRENO: 9 OCTUBRE